A LOS AMIGOS DEL CLUB PRIVADO ERRATICO DE CAROLINA
Por Jose Cheo Cruz
No acabo de entender qué le pasa a la gente en ciertas campañas
políticas como la de los tránsfugas que pululan en el Club Privado de Carolina,
que se arrebatan, dejan de ser ellas mismas y se convierten en marionetas de
manipuladores, en energúmenos capaces de hacer lo impensable y sobre todo con
gente que no conocen, si lo conocieron circunstancialmente y se quieren pintar
como que los conocen y que los recomendaron cuando todos sabemos que no es así,
si total llegaron al PNP y al club privado por mi.
Vemos a Políticos profesionales, de a tanto por hacer, incluyendo perseguidos por la dictadura de Jose Carlos Aponte Dalmau y que los hemos ayudado , que pierden el sentido de la objetividad para el que fueron entrenados por nosotros, y creen todas las historias, se suscriben a todos los chismes y galopan, lanza en ristre, contra todo lo que creyeron antes. (No me refiero aquí a los que reciben dinero, o esperan recibir, por tomar determinadas posiciones: Esos son piratas pajoleros o buscones que los hay por montones.)
Todo el mundo tiene derecho a simpatizar por un candidato en este caso por Carlos Eliseo Rodríguez
Pardo o una ideología la Estadidad o la Libre asociación. Mal sea quien no lo
haga, pero esa simpatía no puede convertirse en ceguera, sobre todo si esa
persona tiene una posición que guardar entre sus pares después de noviembre 6
que se harán correr o esconderse en una cueva veremos.
Todo el mundo tiene derecho a defender con entusiasmo sus posiciones o sus candidatos, pero no por ello tiene que enemistarse de sus amigos, o insultar y muchos menos herir o matar a otro.
Ese fenómeno psicológico, el del arrebato o poseso político, por suerte es temporal: solo ocurre en las campañas electorales. Lo extraño es que esas mismas personas arrebatadas por ese tornado que es la política, pasado el período eleccionario y la resaca política, vuelven a ser normales pero ¿Y entonces que se harán? Siempre he sido el mismo de frente ante todos y mas claro que el agua y sin miedo ni nada escondido.
Pero ya no son lo mismo, por lo menos para mi soy muy rencoroso y vengativo recuerden eso después no se quejen de que soy malo y problemático..
La imagen que dejaron entre conocidos y amigos, ha cambiado. Ya es difícil restañar heridas y la confianza se erosiona lo mas probable es que seremos enemigos para siempre.
Vivan la política, pero recuerden que la vida sigue y ¿después del 6 de noviembre que?.
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