AL QUE LE CAIGA EL SAYO QUE SE LO PONGA EN CAROLINA.

Por Jose Cheo Cruz

Siempre creemos que las personas malas, son como sepulcros blanqueados, que aparentan limpio, blanqueados por fuera y en lo íntimo son podredumbre, nos confunden, porque su podredumbre no se ve a simple vista y es muy peligroso y a la vez un grave error la evaluación que hacemos de ellos.

Sin duda que en Carolina tenemos muchos psicópatas, y en nuestro entorno político, algunos con influencia y otros sin importancia y esta gente tienden a engañarnos fácilmente porque aparentan ser buenísimos y excelentes en la pose, así que quien sea o quienes sean que se pongan el sayo en esta campana de carolina en ruta al 6 de noviembre.

Oiga, ponga atención antes de seguir: ¿sabían ustedes que Jose E. Aponte de La Torre no esta enterrado en su querida San Fernando de las Carolina, sino en territorio de Trujillo Alto?, el cementerio donde esta enterrado no pertenece a Carolina sino a Trujillo Alto, así lo atestigua un demarcador instalado antes de llegar al Cementerio donde esta enterrado el ex alcalde, ¡que barbaridad!, ni en la muerte cumplieron sus deseos, para nada le interesaba a Miguelón en vida  Trujillo Alto, pero así es la vida de irónica y trágica.

Pero he notado y fuentes que nos han dado datos familiares y pasado que desconocíamos de un amigo que me han hecho reflexionar sobre las características de los psicópatas, porque ese amigo definitivamente es un psicópata y analizando las cosas que han pasado en su vida a través de familiares cercanos y amigos mutuos creo definitivamente es un verdadero psicópata.

El psicópata es un individuo verdaderamente absorbido en sí mismo sin conciencia ni sentimiento alguno hacia los demás. Es mentiroso y atractivo. Está dotado de uno u otro talento, y lo utiliza a su favor para manipular a otros. Es superficialmente encantador y da muy seguido una impresión llamativa de poseer las cualidades humanas más nobles.

Se hace de amigos fácilmente, y es manipulador con cierta habilidad de palabras para salirse con la suya de cualquier apuro.

Le encanta ser admirado y se regodea cuando los demás lo adulan. Un egocentrismo enfermizo lo rodea, y valora a los otros solamente porque aumenta su propio placer o mejora su estatus. Es muy talentoso para aparentar ser mucho más humilde que la persona promedio, pero que difícilmente lo es.

Su comportamiento sirve para confundir a sus víctimas, o para influenciar a cualquier persona que llegue a escuchar la versión que cuenta sobre la historia que maquilla a conveniencia.