EL EPITAPHIO DEL PRINCIPITO CALIGULA DE CAROLINA PR

Colaboración Gigante Para radioelfaropr.com

Como todo en al vida no es eterno y por lo tanto todos tenemos que morir aquí les va una reflección sobre la muerte y que dirá la lapida del Principito de Carolina Jose Carlos Aponte Dalmau el Caligüela de Carolina escoja ustedes cual le va mejor.

Y ya que un epitafio es el texto que honra al difunto, la mayoría normalmente inscrito en una lápida o placa;  epitaphium en latín, es compuesto de dos voces griegas epi, sobre, y taphos, tumba, es decir inscripción puesta sobre una tumba, inscripción sepulcral.  

Como la única certeza de la vida es la muerte, esa que nos diferencia de los otros seres vivos que no tienen conciencia de su mortalidad, siempre es conveniente ir pensando no en el cuándo inevitable sino en el cómo previsible. Hay epitafios de epitafios como el de Groucho Marx: Perdonen que no me levante, el del Marqués de Sade: Sí no viví más fue porque no me dio tiempo, o el de Winston Churchill: Estoy dispuesto a encontrarme con mi Creador. Si mi Creador está preparado para la gran prueba de reunirse conmigo, es otra cuestión.

La Dictadura de Apontelandia, en su permanente y loable esfuerzo de aportar modelos, paradigmas, nociones, conceptos totalmente inéditos y sin parangón, ha preparado un conjunto de epitafios para que los dirigentes y militantes del proceso puedan, a la hora de enfrentarse con la Pelona, escojan el que más sea cónsono con su personalidad, oficio o circunstancia u oficio, del principito dictador por ejemplo:

Aquí yace el Almirante del Mar y del mal Rojo ; no llegó a serlo de  los océanos  del mundo porque no sabía nadar sino manchar.
Está en el cielo, le cedió su lista al Diablo.
Fue el hijo preferido del Líder, el más regañado.
En el féretro grande reposa su cuerpo lacerado de huecos, en el más pequeño su lengua.
De su deceso sólo se conoce la bala perdida y los tiroteos de carro a carro en la Baldorioti.
Aquí yace un record mundial: fue el asesinado No 150.000 de la Dictadura la ola criminal mas grande de la historia de Carolina.
Fue el muerto mejor pagado del Proceso de llegar a la muerte el 20% de millones del fisco y de subastas.
Murió enredada es sus propias greñas y Vivian la pantomima de un supuesto matrimonio.
Buen conversador: hablo, habló, habló, hasta el último minuto de su vida y mintió y mintió hasta los últimos segundos.
Murió al darse cuenta de que ya nadie lo escuchaba y nadie lo quería.
Aquí yace por ahora pronto se va en viaje al infierno.
Murió merecidamente: era escuálido traiciono a su padre y a su madre.
Brille para ÉL la luz perpetua (Oración a CORPOELEC en lápida financiada por el Colectivo La Piedrita y los contratistas).
Apontista hasta la muerte, yace con una gigantografía del Líder Gigante Jose E Aponte de la Torre a quien negó tres veces.
¡Coño Cristo! ¡No me paraste bola! Me Mori y se acabo toda la jauja
En urna redonda reposa, era militante fanático del Círculo trasero y no el delantero.
Creyó en la vida eterna pero en la Tierra y no en el cielo.
¡Prepárate Papa Dios! Al llegar te montó una Dictadura sin apoyo Popular y Constituyente.