EL COYOTE Y CORRECAMINO DE CAROLINA

Por Jose Cheo Cruz

Un extraordinario símil ilustra la contienda política de Carolina Puerto Rico: el Coyote y el Correcaminos, la pelea entre la torpeza del Coyote y la velocidad de su inalcanzable victima. El Coyote se quiere comer al Corre Caminos pero no puede. El camión donde lo montan es lento y está sobrecargado de excrementos de corrupción rampante.

El Coyote Jose Carlos Aponte Dalmau (el Principito), inventa los dispositivos más estrambóticos o los compra a través de la empresa y el dinero de contratistas vía extorsiones : misiles de penetración, tanques destructores, aviones no manejados con nombres de arpías de la Policía Municipal, satélites chinos, fragatas españolas, toda una quincalla bélica para tratar de alcanzar y aniquilar al Corre Caminos Carlos Eliseo que pisa y no arranca y no hace nada por ocupar su posición de correcaminos frente al coyote Principito. Pero toda  esta parafernalia le explota en la cara al principito, no prende, se atasca en subida o se sale de órbita.

Mientras tanto el Corre Caminos con su “bip bip” está hoy en cuclillas anda con un grupito de gente que dan pena es un bochorno esa gente del PNP de Carolina, mañana no se sabe donde van a caminar son invisibles y clandestinos y al día siguiente en Caralampio, no se sabe donde es eso que desplante político del Correcamino. Estamos asistiendo a un espectáculo extraordinario, un Coyote tutelado desde El Bunker dictatorial, enfermo estaba hospitalizado en Capestrano y carente de ideas frescas y un Corre Camino sin mucho vigor en ruta sin rumbo de el futuro.

Esta confrontación tiene las siguientes características:

• El Coyote intenta comerse al Corre Caminos pero el Corre Caminos tiene que despertar y ser rápido sino lo pesca el coyote. Ojala que Sigue veloz en su camino, porque sabe que hay un camino largo que recorrer pisa y no arranca.

• El Corre Camino no daña al Coyote porque esta muy asustados por la persecución de los Federales por corrupción. El Coyote sufrirá tropiezos y derrotas debido a su propia estupidez. Hace poco se le atravesó a un camión que lo ha dejado maltrecho. El Corre Caminos no tuvo nada que ver con eso y el Coyote dice que el camión fue enviado por el FBI que lo arrestara por eso embarrao de excrementos humanos finos.

• El Coyote insiste en dañar al Corre Caminos porque es un fanático. George Santayana decía que “un fanático es alguien quien perdió el rumbo pero, sin embargo, redobla sus esfuerzos”.

• El Coyote no quiere debatir. Lo unico que oímos, por lo tanto, es el “bip bip” del raudo Corre Caminos o los chillidos de dolor y mentadas de madre del Coyote cada vez que se pisa una.

• El Corre Caminos permanece en el camino. El Coyote toma atajos y frecuentemente esos atajos lo llevan al precipicio, hay principito.

• El Coyote compra todos sus utensilios a través de los Fondos del Estado y del fruto de la extorsión, empresa parasitaria que mantiene que se queda con altas comisiones. El Corre Caminos no utiliza gestores e intermediarios y hace su trabajo de casa en casa pero con muy poca gente e incolora.

• El Coyote es el hazmerreír de quienes observan la contienda, debido a sus torpezas, pero el corre camino lo quiere imitar y hay si es triste.

• La enfermedad del Coyote le sirve para tratar de apelar a las simpatías de los espectadores pero ya casi nadie desea que atrape al Corre Caminos sino que se quede tranquilo, que se vaya para su cueva y deje de molestar, 28 anos es demaciado y no hay cuerpo que loa guante.

• El Coyote ha perdido lealtades hasta en las filas de los rabipelados de su entorno Popular, los zorrillos del poder moral y los reptiles de la boliburguesía de Apontelandia. Varias de estas alimañas se han fugado del desierto y están hablando hasta por los codos en la corte del Rey León el FBI de la Chardio y se fastidia ya mismo el Coyote, va preso sin.

Ayer el Coyote recibió el apoyo de un mapurite reunión a todos sus funcionarios después de la descarga de pastillas que se metió estaba bobo y loco con la lengua pesa al salir de Capestrano y hablaba en Brasileño, compañero de madriguera y líder de una manada invitada por el Coyote, la cual llenó el desierto de un espantoso hedor.