EL MUNICIPIO DE CAROLINA CUEVA DE CORRUPTOS Y MALHECHORES.
Por Redacción de Radio El Faropr.com
Señores
habíamos visto personas malas, pero algunas personas si es que se le puede
llamar así, botaron la bola y rompieron el malonometro. Tal parece que a muchos
de ellos, en el parto los sacaron al revés y por eso destilan tanto odio y
maldad. A veces pensamos que los médicos se equivocaron y botaron la criatura y
criaron la placenta.
Muchos
de esos personajes siniestros son muy dados a crear situaciones de conflictos
para enredar a todo el que puedan llevarse por el medio. Esa gentuza que se
prestan para dañar al prójimo no tienen escrúpulos, ni compasión alguna a la
hora de prestarse para los chanchullos y emboscadas que les tienden a sus
propios compañeros de trabajo en el Municipio de Carolina dirijido por el
Calígula José Carlos Aponte Dalmau.
Algunos
de ellos se esconden detrás de una Biblia y hasta tienen la osadía de predicar
la palabra, pero en el fondo de su corazón lo que cultivan es la maldad y son
peores que los impíos y los fariseos del templo. Ellos se prestan para hacerle
daño a todo el que pueda y se deje enredar para ellos ganar adeptos y puntos
para adelantar sus agendas e intereses personales.
Todos(as)
son grandes hipócritas que venden su imagen como si fueran unos santos(as),
pero son como las huestes que forman las tropas del enemigo de las almas y el
lucero de la mañana que te atacan y te apuñalan por la espalda. Ahora es que
entendemos porque por la bandera de
Carolina tiene tantas dagas y puñales. Ellos nunca actúan de cara al Sol, se
valen de las tinieblas como pervertidos vampiros amaestrados y como tumba
brazos para poner en práctica el fratricidio laboral.
El
mismo sistema y la conducta aprendida los induce al ejercicio de una sub-cultura
maligna y gansteríl, porque de otra forma no van a adquirir la notoriedad y los
méritos de crear renombre ante la alta jerarquía del gobierno de las tinieblas
representado por el anticristo José Carlos Aponte Dalmau y su legión de
demonios encarnados y huestes de espalderos y fanáticos políticos incondicionales.
Estos(as) son gente de orilla y de poca monta que solo pueden destacarse en
escenarios tóxicos donde la mugre resplandece y el azufre se respira, porque no
hay aire fresco, todo esta contaminado.
Las
personas serias y honestas son marginadas y acosadas porque no tienen espacio
en ese lúgubre e inhóspito lugar, donde
solo tiene méritos la lambonería, el sometimiento y la entrega rastrera. Esa
sub-cultura impuesta es caldo de cultivo para la corrupción, el pillaje y el
atropello. En el municipio de Carolina hay también buenos servidores públicos,
pero a esos los marginan o les persiguen hasta fabricarles un caso. La
inteligencia ellos solo la usan para irle levantando a los empleados un expediente
y eventualmente destituirlos de sus puestos y/o obligarles a renunciar a sus
cargos a todo aquel que reclame sus derechos y/o no se someta a su voluntad.
El
canibalismo y el discrimen intra- político en el municipio de Carolina, es la
orden del día, allí la razón y la verdad fueron envenenadas y torcidas por las
mentiras, la mala fe, la soberbia y la prepotencia de quienes se han
secuestrado la vocación de servir dignamente al un Pueblo de Carolina con principios, honradez y dignidad. En Carolina
la democracia murió porque tenemos un Gobierno Totalitario y Perverso. Esa
gente es una vergüenza y un asco para el PPD y su filosofía. Cuando no hay
justicia social y se cae en el clasismo, el racismo y el discrimen, el
resultado final es el detonante para que se dispare la incidencia criminal que
nos abate y nos mantiene en vilo aquí en Carolina. Es por eso que hoy en día
Carolina está en otro nivel, con el agua al cuello y la marea subiendo.
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