EL PNP DE CAROLINA PRESENTE Y FUTURO


Por José Cheo Cruz
Sin querer buscar culpables, aunque los tenemos. Escribo esto pensando en el futuro, aunque sin olvidar el pasado. El PNP de Carolina en las pasadas elecciones siempre ha dado demostraciones de sus grandes fortalezas y al mismo tiempo acaba de comprobarse esclavo de grandes miserias personales con los individualistas buscones que tenemos en las incumbencias y se pierde la postulación a la alcaldía.
Sin embargo Jaime Alex Irizarry hizo un trabajo titánico cuando le toco presentarse como candidato a alcalde, junto a muchas personas que lucharon en gran desigualdad, no tanto como las de ahora pero desigualdades al fin en solo tres meses logró mucho aunque votaron menos compueblanos.
Pasado ese proceso debemos reconocer que esta institución le pertenece sólo a la sociedad donde se ha desarrollado por más de 40 años y a la cual le ha brindado grandes servicios. El PNP es la organización de la libertad y en fin  el principal constructor de nuestro sistema político democrático de Todo Puerto Rico.
Ahora bien, hay un cáncer que nos carcome desde 1984 y no nos ha dejado servir con toda la capacidad de nuestro potencial. Ese cáncer se llama división. Nuestros candidatos a alcaldes no han tenido el apoyo del partido en toda su dimensión y en la oposición no hemos podido articular un discurso coherente e inclusivo sino exclusivo sacando gente en vez de metiendo gente pa’ dentro del PNP. La situación actual nos convoca a estudiar nuestro pasado con el propósito de hacerlo el génesis de una organización renovada y con una firme vocación para llenar el cometido reivindicador de nuestro Partido Nuevo Progresista en Carolina que somos mas muchísimos mas y como diría Don Luis A. Ferré ¡Esto tiene que cambiar! pero hace falta identificar quien lo hará.
Hay que aclarar lo siguiente: ¿Cuál es el objetivo de un partido? Lo primero que debemos reconocer es que entre los múltiples fines de una organización política el principal es convertirse en un intermediario entre los gobernados y los gobernantes. Debe ser un vehículo para que la sociedad alcance sus anhelos.
Esos anhelos se materializan mediante el uso de los mecanismos de poder que la sociedad instituye.
En conclusión un partido desea llegar al poder para aplicar un plan, un modo de vida o una visión del gobierno. Lamentablemente en Carolina y  Latinoamérica nuestro escaso desarrollo económico y nuestra cultura personalista muchas veces hace del poder un fin en sí mismo. En otras palabras el poder se busca por empleos, por contratas, por beneficios, por privilegios o por reivindicaciones sociales familiares o personales. Esta motivación de mejoría personal hace que la fortaleza ideológica de un partido sea de difícil ejecución.
El PNP en Carolina no escapa a esa realidad de nuestra América y en verdad debemos admitir que mucho se ha deteriorado desde la salida  de uno de nuestros líderes fundamentales Roberto Iglesias (QEPD)  y su hijo Roger Iglesias debiera coger esa bandera para enderezar esto, pero el piensa en él no en nosotros. Nuestra ideología Estadista  no tiene la divulgación requerida ahora mismo ni en Puerto Rico y menos en Carolina.
En conclusión un partido desea llegar al poder para aplicar un plan, un modo de vida o una visión del gobierno. Lamentablemente en Carolina nuestro escaso desarrollo económico y nuestra cultura personalista muchas veces hace del poder un fin en sí mismo. En otras palabras el poder se busca por empleos, por contra- tas, por beneficios, por privilegios o por reivindicaciones sociales familiares o personales. Esta motivación de mejoría personal hace que la fortaleza ideológica de un partido sea de difícil ejecución.
Los intereses del PNP de Carolina  se aglomeran en grupos o tendencias. Las tenemos grandes a nivel del liderato para la gobernación y las tenemos pequeñas en los municipios como Carolina. Estos grupos o tendencias se articulan alrededor de líderes grandes o pequeños que pueden responder en gran medida a necesidades clientelares. Cuando esos líderes no se sienten parte de un proyecto de poder conspiran al margen de los intereses partidarios, el PNP es la institución pero les importa un bledo y un comino eso.
¿Cómo cambiar? Lo primero es reconocer el problema, no entrar en negación como hacen los incumbentes por mantener sus curules y llenar sus bolsillos y la de sus canchanchanes, hasta las chillas  ex chillas guisan y el pueblo que se joda.
Lo segundo es convocar un verdadero renacer de la actividad intelectual del partido  Nuevo Progresista en Carolina para que establezcamos 10 objetivos programáticos.
Debemos generar un movimiento que exprese claramente que el PNP no es de nadie sino de todos, pero que para permanecer deben cumplirse normas firmes de disciplina y compromiso. Los organismos deben representar su diversidad y dirigir su accionar.
El primer paso en esa dirección de cambio partidario es una convención democrática que elija nuestra directiva y los integrantes de sus más altos organismos no como ahora con imposiciones en cuartos oscuro ahí traje y sugerí a Carlos Eliseo Rodríguez Pardo, creyendo yo que haría las cosas en colectivo no en individual como lo ha hecho. Ese certamen democrático necesita de la participación y observación de la sociedad civil y de todos los actores de nuestro pueblo de Carolina, pues sus resultados no pueden ser cuestionados.
Solo luego de este próximo torneo electoral podremos saber quién es quién en el PNP de Carolina y construir el futuro que nos demanda nuestra historia.

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