LLEVEMOS HOMBRES PROBOS DE VERDAD AL GOBIERNO.
Por José Cheo Cruz
Cuenta la
historia que en una ocasión una
directora de escuela que se retiraba de sus labores por su longevidad y
pasaba el Baton a otra que tomaba el mando en su lugar y expreso lo siguiente: “Esta
llave que le entrego hoy abre muchas puertas; abre las puertas de esta
institución, pero también le abre a usted las puertas de la influencia, le abre
a usted las puertas de regalos que le den los demás, abre las puertas para que
usted pueda penetrar en otros campos...”. Un consejo que aquella directora
nueva no aceptó, y le respondió: “Con esta llave, yo solamente quiero abrir las
puertas del servicio a los que viven en esta institución; con esta llave, yo
solamente quiero abrir las puertas del cielo y de la eternidad para mí y para
los demás”.
Cuando esa
directora dejó ese plantel, salió sin nada en sus manos, debió tomar un taxi
público, una guagua de la AMA para ir a su casa de regreso, porque no tenía
nada más. Esa llave sólo le abrió las puertas del servicio, y los que
pertenecen a esta institución la recuerdan con cariño y saben que esa
institución -en ese tiempo- funcionó mejor.
Las llaves
del poder político que recibieron los
incumbentes del PNP en el Capitolio de manos por ejemplo de Orlando Parga de
Don Luis A. Ferré, es para abrir con ellas solamente los servicios, y no para
servirse de las llaves para otros beneficios propios como han hecho hasta el
día de hoy todos ellos, ¡que pachó y que vergüenza para Puerto Rico!.
Luis Fortuño, quien a tratado de hacer al Igual hizo Wodrow Wilson, en
los albores de su carrera política, que expresó que "la humanidad no ha
sido puesta en el mundo para transitar el camino de lo fácil; ha sido puesta
para ir por el camino del sufrimiento y del esfuerzo". Y pudo transformar
su pensamiento en hechos y trascender a su época, ya que, como Presidente de
los Estados Unidos, introdujo en medio de grandes controversias y luchas de
intereses las muy combatidas leyes antitrust, la reforma financiera, creó el
sistema de la Reserva federal, abatió las barreras arancelarias, y fue el
artífice de la Liga de las Naciones concebida como instrumento para garantizar
la paz en el mundo.
Y ese es el camino que la historia muestra como fructífero en la
conducción de los pueblos, los legisladores del PNP de Carolina hacen caso
omiso a esta realidad de la historia del mundo.
Aquí y ahora, en Puerto Rico pero en especial en Carolina asistimos a un
espectáculo poco edificante, el principito vive de la extorsiones descaradas y
los Legisladores incumbentes no dicen anda para que los dejen quieto en su
recolectas ilegales como al directora de la escuela y la llave que abre puertas
de privilegios personales.
Por un lado, el país, Puerto Rico, está a la espera de los pactos y
reformas que podrían reconducir su vida hacia el desarrollo. Se parte de un
lamentable desajuste fiscal, externo, y crediticio, heredado del Partido
Popular Democrático de Sila Calderón y Aníbal Acevedo Vilá en su pésima
administración financiera y respaldado por Alejandro García Padilla “Agapito”
que debe ser resuelto como punto de partida para el cambio.
El país tiene sin duda un futuro promisorio a la
vuelta de la esquina, porque debe y puede protagonizar un espectacular avance
en su estructura económica y en su competitividad que ha estado instituyendo
Luis Fortuño en lo económico aunque duela, pero solo podrá concretarlo
propiamente cuando haga brotar los problemas a la superficie y acometa la
puesta en vigencia de soluciones, por dolorosas que fuesen. Así tendremos un
país mejor tanto en su economía como en su moral.
Necesitamos lideres electos en estas próximas
elecciones Puertorriqueñas del 6 de noviembre de 2012, que crean en la practica
cuando le entreguen las llaves del gobierno lo siguiente: “Con
esta llave, yo solamente quiero abrir las puertas del servicio a los que viven
en esta isla del Encanto Puerto Rico; con esta llave, yo solamente quiero abrir
las puertas del cielo y de la eternidad para mí y para los demás” ¿Será difícil
encontrar funcionarios de esa estirpe? Claro que se puede, si nos ponemos
vigilantes y no fanáticos empedernidos, no seamos hijos bastardos de Don Luis
A. Ferré, seamos hijos genuinos de quien fue nuestro padre ideológico. ¡por
Dios!.
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