LOS EFECTOS DESTRUIDORES DE LA INTRIGA PERSECUTORIA.
Por José Cheo Cruz
La
persecución constante intrigante sólo se había ubicado en el campo político
como un modelo de la lucha por el poder. Caracterizado, además de la carencia
de escrúpulo del intrigante, por su ambición desmedida, envidia, la astucia y
cualquier forma de enmascaramiento para conseguir un propósito. Parecía que
este era su único hábitat. De repente la sociedad, gente común se dedican a
esto como si nada ,además de sorprenderme que existan personas que son felices
haciendo pasar coraje y te hostigan y persiguen desmedidamente, me he quedado consternado con la aparición de este fenómeno
a mi alrededor, muy parecidos en áreas aparentemente alejadas del quehacer
político como son las escuelas, las academias, las residencias médicas y las
organizaciones deportivas , sociales y laborales, pero en una relación intima
no lo puedo creer.
A este
fenómeno de hostigamiento intrigante y persecutorio Heinz Leymann lo denominó mobbing, por
encontrar cierto parecido con la tendencia, identificada por Konrad Lorenz, de
ciertos pájaros pequeños a agruparse para atacar de manera masiva y tenaz a uno
más fuerte hasta que éste sucumbiera.
Este préstamo
conceptual –de la etología a la psicología– no ha sido el más feliz, debido a
que Lorenz lo relaciona con conductas defensivas y creo que si lo son las
personas te hostigan y te acusan porque ellos mismos actúan de esa manera y lo
he comprobado, y también es asociado con la agresión física y sicológica
constante. Esto es como el acoso escolar
del individual personal llamando bullyng con los estudiantes, el cual se
manifiesta entre un acosado y sus compañeros escolares. El ataque es
generalmente psicológico, aunque, y en esto se diferencia del segundo, no se
descarta la violencia física en ambos
lados y finalmente termina en eso de ahí que muchos hombres atacan y
asesina a mujeres porque usan el ataque sicológico tipo bullyng hasta que no se
aguanta mas y pasan las desgracias a lo físico y a eso si que hay que evitarlo
a como de lugar, pero son tan y tan desdichados que te obligan y te
empujan constantemente a hacer cosas que
tu no quieres.
Pero el
fenómeno es tan viejo como la humanidad misma, que lo único novedoso es su
revelación relativamente reciente, incremento, su penalización en algunos
países y el impacto conmovedor que causó en la opinión pública los suicidios
reciente de dos niños producto del acoso escolar. En definitiva, el mobbing ha
sido definido por Leymann como la situación donde una persona o grupo ejerce
una violencia psicológica persistente contra otra con miras a cortarle las
redes de comunicación, desacreditarla y obstruir su desempeño laboral con el
propósito de que ésta termine desprestigiada, diezmada psicológicamente y
abandonando su lugar de trabajo y hasta te obligan a perder tus capacidades de
desarrollo en la sociedad.
Entre los
componentes de este proceso de violencia sicológica y física te hastían pero
cabe señalar que se asocian :1) La mentira y su empleo sistemático como se
advierte en la desinformación, la cual incluye rumores maliciosos, chismes y
habladurías; 2) Las pequeñas verdades, pseudos concreciones, sobre las cuales
se construyen las grandes mentiras justificantes de los acosos intrigantes; 3)
El descrédito por ineptitud e incapacidad no estar al nivel del acosado, la
trivialización y ridiculización del acosado a fin de que nadie lo tome en serio
o lo defienda; 4) La calificación de rebelde o conflictivo para inhibirlo,
puesto que estas rotulaciones funcionan como un círculo vicioso: si se defiende
justifica tal calificativo, pero si no lo hace se refuerza el hostigamiento; 5)
El uso de la exclusión, el silencio y la ruptura de las redes de comunicación
para que la víctima se sienta indefensa, sola, con miedo y abandonada; y 6) La
envidia, la personalidad del acosador y del perseguido, y cierta legitimación
institucional de esta forma de violencia, de veras que este accionar destruye a
los seres humanos.
Pero, cuáles
factores han desencadenado la corriente de intriga persecutoria que recorre el
mundo en estos momentos. Creemos, con Lowen y Piñuel, que la emergencia de una
cultura altamente competitiva, espectacular, individualista, favorecedora de la
imagen aparencial más que de la esencia, tiene mucho que ver con el moldeamiento
de la personalidad narcisista, la cual, por sus rasgos preponderantes, tiende a
provocar la mayoría de los mobbing en las organizaciones. Y es que los
narcisistas son proclives a construirse imágenes gloriosas de sí mismos para
compensar sus déficit psicológicos y para competir en la sociedad espectacular.
Estas personas precisan, pues, que su entorno les devuelva, como si fuera un
espejo, sus imágenes idealizadas. Cuando esto no ocurre, ya sea porque algún
miembro del grupo exhibe algún rasgo relevante que el narcisista no posee o
porque no muestra una sumisión absoluta a sus designios, el narcisista queda
destrozado emocionalmente al quebrarse el espejo social que le devolvía su
imagen heroica. Por eso, quien posee el rasgo del que carece el narcisista es
perseguido, no por lo que hace, sino por
lo que éste representa para su acosador por lo regular es envidia no pueden
hacer ni tienen la capacidad del acosado y por eso se proponen destruirlo.
Esto explica
la importancia de la envida, producto de la comparación desventajosa del
narcisista con su victima potencial, en los procesos persecutorios.
Pero creo,
sin embargo, que toda intriga persecutoria es causada por la envidia sentida
por un narcisista producto de una comparación desventajosa. Creemos que los
sujetos con personalidades autoritarias, que aman al fuerte y desprecian a los
débiles, son importantes protagonistas en muchos de estos dramas y no quieren
aceptar su rol de terciarios ya que no
tiene la capacidad del otro y lo hostigan acusan falsamente y lo descontrolan
hasta a veces provocar la desgracia.
Lo pasa con
algunos resentidos que tienden a ser implacables con las personas que caen
dentro de la clase de aquellos que lo perjudicaron injustamente en algún
momento de su vida. Igual pensamos de ciertos escenarios sociales que incitan a
sus miembros a perseguir a victimas inocentes. Muchos se suman a estas batidas
por temor a ser castigados en caso de que se apartaran de la dinámica grupal;
otros porque estas cacerías funcionan como un ritual catártico para el grupo,
razón por la cual algunos analistas del tema asumen que toda intriga
persecutoria es recurrente, ya que tiende a reemplazar a las victimas
sacrificadas por otras nuevas en una especie de retorno infinito a lo de
siempre por eso estas personas no pueden mantener y sostener una relación mucho
tiempo cambian constantemente de escenario y de personas-victima.
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