CAROLINA LA DICTADURA Y LA SIMILITUD CON LA FIESTA DEL CHIVO.
Por José Cheo Cruz
En
Carolina Puerto Rico vivimos hoy día como en la
notable novela de Mario Vargas Llosa que retrata la brutal dictadura de
Rafael Leonidas Trujillo y Molina en República Dominicana. Pero además muestra
esa particularidad folclórica, curiosa y pintoresca de las dictaduras en
Latinoamérica, llenas de personajes circenses, de circunstancias curiosas, de
mequetrefes sobones, de populismo de callejón y cantina al igual que en Carolina
del principito dictador José Carlos Aponte el sin madre.
En
el contexto internacional y en la globalización del siglo XXl han hecho que las
dictaduras evolucionen. Hoy tratan de disfrazarse de democracias, con
elecciones y todo y es el caso de Carolina Puerto Rico hoy. Tratan de ganar una
legitimidad de la que obviamente carecen. Bañadas en el barniz de lo “real-maravilloso”,
parecen en realidad sacadas de lo irreal-espantoso. En la política
latinoamericana, la democracia es desdibujada en una caricatura grotesca que se
burla de sí misma, en Apontelandia de Carolina, que lo dirige el Principito
José Carlos Aponte sin madre, es una dictadura que desdibuja la democracia.
¿Cómo
entender la evidente reelección de José Carlos Aponte sin Madre en Carolina Puerto
Rico después de todas las violaciones de derechos y libertades a los Carolinense y denunciadas por nosotros? ¿Qué explica que
un personaje tan nefasto y parecido al Trujillo de la novela (y lo que es peor,
al Trujillo de la realidad de 30 años de gobierno) y que se encamina sin duda
por lo malo que ha sido el PNP como opositor y que el PPD pueda ganar esta próximas elecciones
del 6 de noviembre de 2012 en Carolina? ¿Cómo encontrarle un sentido a que
alguien que ha destrozado un pueblo y sus libertades y ha hipotecado el futuro
de varias generaciones con los que pueda recibir la preferencia de los votantes? Por
supuesto que podemos culpar (y culpa hay) a la brutal competencia desleal
electoral donde los medios de comunicación giran en torno a la frase “todos
para uno y nada para el otro”, los recursos públicos son usados con el mayor
desparpajo imaginable para corromper la conciencia de los ciudadanos y la
autoridad, antes que dirigirse a poner orden, ha dirigido todos sus esfuerzos a
crear un caos en el Municipio de
Carolina con un déficit de sobre 300 millones de dólares, sumado a la
persecución y el hostigamiento a los empleados del Municipio y las extorsiones
a los contratistas.
Lo
dicho en el párrafo anterior sería suficiente para calificar de democracia
caricaturesca al sistema político que vivimos en Carolina Puerto Rico. Pero hay
mucho más que eso, aquí lo que hay es un pandemonio de corrupción y todo en
nombre de la democracia Popular y de Apontelandia la dictadura constitucional.
Es
un error común entender que democracia es producto del voto y gobierno de las
mayorías. Una democracia sin derechos individuales (y en Carolina, Puerto Rico
no existen) es por definición una dictadura.
Imaginemos
que usted asiste a una fiesta. De pronto se organiza una votación para decidir
si su automóvil, aquel en que llegó a la fiesta, va a seguir siendo de su
propiedad o va a ser entregado gratuitamente en copropiedad a todos los demás
asistentes. El resultado es predecible. La mayoría votará para quedarse con su
carro. Su voto se quedará en solitario.
Eso
no es democracia. Es simplemente un atropello. Una democracia sin derechos
fundamentales es más que la dictadura de la mayoría. Es la dictadura de quien
manipula a la mayoría con el espejismo manipulado y comprado de los medios
noticiosos, tales como El Nuevo, DIA, WKAQ , con Rubén Sánchez, Falú de Noti
Uno, y todos los principales medios noticiosos del país, así se luce que todo
esta a pedir de la mano, cuando sabemos de las delincuencias que comete el
principito Dictador y su ganga de facinerosos.
Los
derechos fundamentales no pueden ser confiscados simplemente porque la mayoría
lo desea. No podemos aprobar la tortura, la privación de la vida, la
eliminación de la libertad o de la protección de la propiedad, por referéndum.
La dignidad humana, expresada en los derechos individuales, no está ni en venta
ni sujeta a votación. Hay derechos que están por encima de la democracia.
La
esencia de la democracia es la protección de los derechos. Lo demás es
simplemente un sistema operativo electoral que, aunque importante, es
manipulable si lo primero no existe y en Carolina tenemos la situación de que
estos corren en las elecciones sin ninguna oposición ya que el PNP le tiene
miedo ni dicen ni hacen nada en contra de esta dictadura desgraciada por lo
tanto la percepción es que todo anda bien y el PNP a sus lideres buscan llenar
sus bolsillos y se olvidan del bien común.
Lo
que José Carlos Aponte sin Madre ha
hecho es crear una democracia sin derechos en Carolina. Se ha auto proclamado el
portador de la facultad de quitar derechos a unos para dárselos a otros, de su
entorno incluso contra los propios Populares de Carolina sin límite ni
vergüenza. El populismo, llevado al extremo, no es otra cosa que una
confiscación, una privación de la esencia de lo que es un ser humano.
Como
en el caso de las flores de Jardines Morales, el caso de las expulsiones y la
persecución a los empleados del municipio las extorsiones descaradas a los
contratistas, no es extraño que El Principito José Carlos Aponte sin Madre ofrezca
a los votantes ahora seguir “a otro nivel” tomando los derechos
de unos para dárselos a otros. Esa es la fiesta del Chivo a la que ha esta invitando
a los Carolinense y que, además, amenaza todo el tiempo con invitar al resto de
los Populetes dándole jugosos contratos como a Irvin Faccio, Luis Pavón Roca,
Héctor Rivera Cruz que es presidente de la Liga de Béisbol y asesor del alcalde
que a su vez es el dueño de uno de los equipos de béisbol se fijan como es el
asunto de la dictadura de Carolina.
Lamentablemente, esa fiesta es en una novela.
No es una ficción es la realidad que vivimos en Carolina Puerto Rico hoy día,
eso es o no es Dictadura esa es la pregunta?.
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