LA HISTORIA LOS VOLVERA A CONDENAR
Por Redacción de Radio El Faropr.com
La represión y toda esa persecución
selectiva que existe hoy en día en el Municipio de Carolina es un efecto cíclico
del pasado. En el Municipio de Carolina, de hoy todo aquel empleado que
disienta, sea honrado y tenga carácter moral lo habrán de destruir y
convertirlo en un guiñapo humano.
El peso de todo un sistema represivo
e indolente se hace sentir contra todo aquel que no se someta a los caprichos y
le rinda pleitesía a los moradores que habitan en el Palacio Municipal. Cuando
vemos a un Gobierno Municipal tan abusador con sus empleados que los tienen
amenazados con fabricarles casos y pasarlos por el patíbulo de una muerte
laboral segura, a veces no entendemos de donde se destila tanta maldad y odio.
Cuando nos remontamos a la historia
podemos visualizar y caer en cuenta de que esa nefasta Administración Municipal
de Carolina, viene de unas raíces de un partido político (PPD) donde todavía
están presentes solapadamente y aún viven esos anti-valores. La presencia de
gente siniestra, pervertida y de obscura reputación moral para conformar en la
cosa pública y gubernamental el montaje
de todo un aparato represivo de marca mayor como lo vemos en la Cuba Comunista
y lo sufrimos todos aquí en Carolina.
La vida esta llena de
contradicciones y paradojas y el PPD, no es la excepción a las reglas ya que es
una colectividad política que supuestamente defiende la democracia, la que
pretendió sumergir en baches de un lodazal de aguas putrefactas, cuando
legislaron aquella abusiva y represiva ley de la mordaza (Puerto Rico Gag Lawn)
mediante la ley # 53, aprobada por la Asamblea Legislativa controlada por el
PPD, un 21 de mayo de 1948.
Para aquel entonces Jesús T. Pinero,
quien era el Gobernador de Puerto Rico dio paso con su firma a la implantación
de dicha ley el 10 de junio de 1948.
Entre otras cosas esa ley disponía el que ningún puertorriqueño podía
portar la bandera de P.R., tampoco podía cantar ningún himno patriótico, hablar
de independencia y/o formar parte de grupos que de alguna manera se
identificaran con movimientos separatistas.
Esa maldita ley, que le imponía
severas sanciones legales a todo aquel que fuera convicto y las penas eran de
10 años de cárcel y/o el pago de multas ascendentes a $10,000.00, que no eran
cáscara de coco conseguir en aquella época.
Dicha ley fue derogada por ser
anti-constitucional gracias a las luchas de muchos hombres y mujeres que
valientemente la combatieron y abogaron ante el Congreso ya que esa ley estaba
en pugna con la primera enmienda de la Constitución de los EE.UU.
De que LIBERTAD y DEMOCRACIA, nos
pueden hablar estos trogloditas del PPD en Carolina que han retomado el pasado
para volver a instituir la censura mediante el uso de la fuerza, tal y como ya
lo han hecho algunos de sus funcionarios contra sus empleados, utilizando la agresión
física, el acoso maltratante y abusivo desde la cómoda posición y protección
que le provee ese Gobierno Abusador.
¿Volverán estos títeres del mal que
nos gobiernan en Carolina a reactivar la Ley #53?
ESA . . .es la pregunta. Prohibido Olvidar…
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