¡El Tiempo nos da la razón!

Por Redacción de Radio El Faropr.com

Una imagen dice más que 20 palabras. El que niegue que en el reinado del Principito, haya un descarado despilfarro de fondos públicos por no decir un traqueteo o una palangana de grasa, sencillamente no vive en la Bella Carolina. Por años hemos denunciado el esquema de jardinería, plantas y paisajismo por parte de Caneco y Jardines Morales. En un principio se gestó un contrato MILLONARIO para desarrollar jardines en Isla Verde. Fue tan atropellado el proceso que Morales tuvo el mantenimiento de estos jardines porque Caneco no tenía los recursos para hacerlo. ¿Puede ser alguien tan ingenuo que invierte millones de fondos públicos en algo que el municipio no puede mantener? Hubo hasta la intención de instalar un sistema de riego. Los vástagos de pvc se pueden ver en las salidas de la Monserrate y Campo Rico. ¿Y Morales instalo eso de gratis? Claro que no. Las agencias auditoras deben enfocar sus investigaciones en este despilfarro. Morales llevo sus camiones y plataformas llenas de palmas y plantas, su ejército de jardineros los instalo, sus camiones de riego cargaban el preciado líquido en el Aqueducto Municipal, y semanalmente mantenían y facturaban por ello. Morales se metió mucho billete, Caneco viajo a Argentina y el Principito levanto una muralla de palmas tan alta que nadie podía pensar que esta administración era una corrupta y maliciosa. ¡NEGOCIO REDONDO! Pero el mantenimiento de los jardines es lo que hace de este proyecto, la gallinita de los huevos de oro. ¿Por qué no le dieron recursos a la negrita Deborah Rivera para tener su vivero capacitado para mantener estos jardines? ¿Por qué no se sembraron la mitad de las palmas? La otra mitad se podían mantener en el vivero para remplazar lo que pasa con tanta frecuencia, se mueren las palmas y hay que reemplazarlas con otra igual de cara. ¿Cómo puede haberse dado tanta negligencia? Pues no hubo tal negligencia porque era la propia Morales la que cuidaba esa finca de lechugas vestida de cabra. ¡Cuca Gómez! Ella las diseña, ella las suple, y ella las mantiene. Porque poner 100 palmas si con 200 se ve más tupido, se mueren más y repongo más.

Comenzamos a denunciar la jauja de las palmas, entonces Caneco recluta a una agrónoma, desarrolla brigadas de paisajismo y le tumba el vivero a la negrita de Asuntos Ambientales. La impresión general de todas estas acciones es que ya el Principito tiene los recursos para mantener los Jardines InMorales. Pero aunque la mona se vista de ceda, mona se queda. Morales sigue cuadrando las ordenes de palmas, la agrónoma las autoriza, Morales suple a escondidas las plantas en el vivero de Caneco, y como si no fuera suficiente, Carolina tiene un pedazo de tierra donde sembrar palmas en cada comunidad. ¡Que siga la jauja! ¡Y no hay fondos para dar aumentos! ¡Despiden a cualquiera que denuncie el traqueteo! ¡Premian a la Agrónoma por haber parido tantos jardines con recursos del municipio!

Pero al mejor cazador se le va la liebre. Sabemos que ya empleados cansados del descaro han llevado información a agencias federales. Solo el tiempo sacara a flote tanta corrupción. Esta foto es cortesía de uno de los héroes que con gallardía y hastiado, nos las envió para que las agencias que siguen nuestra gesta la usen para aclarar la oscuridad que cubre a Carolina. ¿Y esta Carolina a otro nivel?

Somos un pueblo sabio. Ya nadie se mama el dedo como el Principito que mama como un becerro recién parido. Las arterias de Caneco no aguantan tanta grasa. En corte tendrán que explicar estos traqueteos. Y los trabajadores que bien tienen merecido unas mejores condiciones de trabajo, no se tragan el cuento de que aquí no hay un mierdero. ¡Si huele y parece, es!