LA VIOLENCIA NUESTRA DE CADA DIA
Por José Cheo Cruz
La violencia
que vivimos en Puerto Rico hoy día, es inconcebible, por ello perdimos un gran
campeón Mundial de Boxeo a Hector “Macho” Camacho que así como puso el nombre
de Puerto Rico en el firmamento del mundo en alto, con sus actos positivos
dentro del deporte de fistiana, sin embargo su muerte nos puso en rojo a nivel
mundial, el turismo se afecta por este hecho
y todavía escucho gente justificando que eso que le pasó a Héctor
“Macho” Camacho “se lo buscó por andar en malos pasos”, eso es peligroso el acostumbrarnos a la
muertes violentas como algo normal perdiendo la capacidad de alarmarnos y
levantarnos contra la violencia, también escuche el mensaje de su hijo a la
juventud de Puerto Rico muy bueno, y aplausos para su hijo, muy bien por él en
momento de su dolor, esa es la actitud combatir la violencia venga de donde
venga, la violencia no se justifica de ningún modo no podemos acostumbrarnos a
ella, hay que combatirla todos juntos a como de lugar, cualquiera que sea el
espacio en que se ejerza, es cuestión de poder.
En el campo
político, la usan las dictaduras como la que padecemos en Carolina Puerto Rico
con su dictador el Principito José Carlos Aponte el sin madre, y las
dictablandas, casi todos los gobiernos, de una forma u otra, para crear una
brumosa gobernabilidad más o menos ficticia, en gradación diversa, que va
desde las cárceles y los asesinatos de sus oponentes con represión y
negaciones, hasta los más sutiles mecanismos de la presión mediática, de anuncios
que se dan por periódicos pre-pagados, radio y televisión falsas visiones de la
realidad o se niegan, de la severidad con algún empresario, la negación de
empleos a quienes no son fieles correligionarios del partido en el poder
y eso es común en Carolina y nadie dice nada ni unas facilidades deportivas
tenemos derecho los opositores a usar.
En el terreno
del género, la violencia es multiforme, ubicua, omnipotente, aguda como una
daga florentina para penetrar cuerpos de parejas “indóciles” que ejercen su derecho
a dejar de querer, igualmente filosa para herir el espíritu con palabras
crueles, con humillaciones diarias, con la soberbia con que el hombre macho
exhibe su superioridad hasta en el derecho a ser infiel cuando le da la gana;
si las mujeres son infieles las clasifican como prostitutas los hombres son
macho men y condenar a las mujeres es un
maíz hoy día todavía por la misma acción que los hombres, predicando, la moral
en paños menores, cuando es una mujer quien comete adulterio no se lo perdonan
por toda su existencia y eso es violencia también.
Porque este
es un país Puerto Rico con una larga tradición de violencia, y porque a pesar
del esfuerzo, el coraje, la inteligencia y la sangre vertida, las mujeres no
han podido aún destruir la armadura patriarcal de nuestra sociedad, aunque se
rompen el alma en el empeño de estudiar,
de votar, de participar Albita Rivera, Carmen Yulín Cruz, Norma Burgos, y a
pesar de la participación exigua de mujeres en la vida diaria Boricua y de
reclamar, la violencia de género crece, se exacerba en las cifras ominosas de féminas,
Lucy Arce etc., en 11 meses de este año fatídico 2012, han muerto un sin numero
de mujeres por violencia domestica y esa también hay que combatirla todos
juntos hombres y mujeres y la población en general.
Los
diagnósticos abundan, se señala con mucha propiedad que la precariedad
económica y la anomia ética son eficaces impulsores de la violencia en general,
y de la violencia de género como resultado del poder masculino desequilibrado y
atropellante, que al no poder desplegarse en el espacio público, cada vez más
limitado para tantos, se desquita y se ensaña en la prójima próxima, la
compañera, la esposa, la pareja; como decía Marx: “la esclava del esclavo”.
Las
conceptualizaciones son muchas, las protestas abundan, las mujeres que ejercen
el derecho a pensar, ganado a fuerza de recibir y dar golpes, se reúnen y
plantean soluciones; una que otra permeó caparazones judiciales, saltó sobre
algunos prejuicios y logró avances, más de jure que de facto, para disminuir
esa violencia que nos acecha en lo público y en lo privado.
Cuando se
aprobó incorporar la violencia intrafamiliar como delito en los códigos,
creíamos haber puesto una pica en Flandes, igual que cuando se logró
incrementar las penas contra las violaciones a menores, delito aberrante que
creo merecen la muerte los pedófilos sin duda es un abuso de marca mayor los
menores no saben discernir lo que se siente ni lo que se hace.
Para
equilibrar la aplastante hegemonía con la que ejercen el poder los hombres un
acto bochornoso de violencia al igual que la violencia del narcotráfico,
impedir que algunas mujeres sin clara conciencia de género imiten a los varones
en sus injustas prácticas políticas, en vez de demostrar que son diferentes
aunque iguales, y develar la farsa teatral de los que marchan en lugar de
cumplir sus funciones actuando, que para eso se gobierna en todas partes,
tenemos que seguir luchando todos juntos contra cualquier acto de violencia y
combatir la ola criminal que vivimos hoy día en Puerto Rico Alejandro García
Padilla se monto en ese cuento tiene la obligación de acabar con la violencia
porque de eso se trata mi amigo de lo contrario fracasaste de plano veremos y
de seguro que es pa’ fuera que va en el 2016 sino cumple con tu alharaca y
sarta de mentiras mediáticas de tu campaña politica.
Por el
derecho, que no es un favor, de vivir una vida sin violencia y en paz. Vivirla,
no reclamarla, ni mucho menos pedirla ni creerla como “Promesa de Hombre” hay que exijir y participar en la no violencia
en Puerto Rico.
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