UNA CARA LIMPIA UN ALMA SUCIA

Por Redacción de Radio El Faropr.com

Todos los que vivimos en Carolina y pueblos aledaños tenemos que aceptar que su ornamentación y ajardinamiento es uno de primera y eso es un hecho innegable. Seriamos injustos o tendríamos ceguera política en no admitir que por lo menos las zonas de mayor circulación vehicular la limpieza es impecable y ese logro se lo tenemos que adjudicar a su administración municipal.

Si bien es cierto esto último no es menos cierto decir que ese arte sub-realista que bordea la periferia de Carolina, no provee, ni contribuye en nada para combatir los males sociales y económicos que afectan diariamente al ciudadano humilde de a pie y en fin a todos en general.

La falta de empleo en Carolina es alarmante, la desesperanza de los pobres, la injusticia social, la juventud sin oportunidades de empleo y deportes que los conduce al siniestro mundo de las drogas y la ola criminal insuperable son los principales factores que no podemos combatir con “matitas y palmas exóticas” que en nada abonan a combatir el hambre la sed de justicia y la esperanza de un mejor mañana.

Esas “matitas y palmas exóticas” solo benefician a quienes las venden y a quienes las compran. De qué nos vale tener la cara limpia y el alma sucia y mugrienta hasta más no poder. Toda esa pestilencia e inmundicia que se oculta tras esa alma desluce todo posible efecto visual y revierte los efectos de toda una inversión millonaria en tratar de ocultarnos todos los malos manejos, la incompetencia y corrupción que se esconde tras esas “matitas y palmas exóticas”.

“Yo prefiero tener la cara sucia y el alma limpia y sin cargos de conciencia que me condenen eternamente y tenga que dormir bajo los efectos del alcohol y/ o sedantes para poder conciliar el sueño, que me niega la conciencia”.

Yo pienso que para decir y sostener que uno vive con dignidad y decencia, no me hacen falta tantas “matitas y palmas exóticas” que marcan la opulencia y fastuosidad de un pueblo con grandes recursos económicos, pero con un enredo de espíritu y un alma en penitencia eterna.

Carolina . . . sal de ese letargo en que te tienen como un gigante dormido, con tu voto limpia el alma de toda esa escoria de oportunistas que se esconden tras el follaje de esas “matitas y palmas exóticas”. No dejes que nos vuelvan a someter para rompernos y quebrarnos las aspiraciones y el espíritu de lucha a tener un mejor mañana y una mejor calidad de vida de una Carolina firme con voluntad y de pie.