¿LA DEMOCRACIA ABANDONO AL PPD O EL PPD LA ABANDONO?

Por Redacción de Radio El Faropr.com

Ya hemos visto como Alejandro García Padilla, Gobernador Electo piensa gobernar a este pueblo sumido en un caos y una crisis de valores ante la ausencia de un plan de  País que tenga el efecto acertado de aliviar la  pesada carga que llevamos de día a día con el crimen, la droga y la corrupción gubernamental imparable que nos saquean cada cuatro años.

En este País que se vive en un total régimen institucional de anarquía y desorden moral, vemos como García Padilla nos pretende seguir mintiendo, tal y como lo han hecho todos los políticos  de turno  al decirnos que somos un País de A. Ni las visitas y reuniones en la residencia de  Don Luis  Muñoz Marín en Trujillo Alto, se respetan a la hora de imponerse  la mezquindad política para mentir, diciendo tan semejante guayaba de que somos un País de A. Alejandro si  lo que quieres es subirle la lastimada autoestima de este pueblo, existe otras formas de dorarle la píldora que no sea creándole falsas expectativas. No se puede ser simplista al pretender combatir un cáncer terminal colocando una curita y una aspirina.

 Alejandro, Don Luis Muñoz Marín, nos decía que “tu mejor amigo no es aquel que te susurra palabras que suenen ser  bonitas  al oído, sino aquel que te dice la verdad y los verdaderos  retos que debes afrontar”.  Cualquier persona de mediano intelecto sabe que nuestra presente realidad y nuestros instintos nos dice que se habrá de requerir “mucho sacrificio financiero” en el 2013.  Alejandro, tratar de coger  de tontejos a todo un pueblo, no es una forma elegante de comenzar a gobernar un País con tantos problemas y tan maltratado por los políticos que nos han menospreciado  pensando que somos brutos , locos y que somos pendejos.

Es palpable el hecho de que el PPD, como colectividad política durante los últimos años ha dejado atrás su mística y sus postulados democráticos y ha actuado instintivamente como un depredador furtivo para tergiversar y manipular la verdad ante la opinión pública con la anuencia y complicidad de ciertos medios de comunicación y alianzas con sectores laborales  (los chupacuotas y vagos listos) que responden cada uno a sus propios intereses, Muñoz Marín los llamó, “los colmillú y que Sergio Peña Clos decía que duermen cuatro en hamacas entre sus colmillos” que han resurgido como una plaga de rémoras dentro del PPD.  Si los que estaban gobernando  eran malos, agárrense porque estos  dan cátedra y serán los maestros de las mentiras. Toda esa pléyade de zorros viejos que les llaman los  entetaos, comesolos  y chupacheques  son los vividores permanentes del PPD que están al acecho y  merodean por las cercanías de la Ave. Constitución en puerta de tierra a reclamar su pedazo del pastel. No hay diferencia alguna entre los desvergonzados del PNP que hoy pretenden atornillarse en puestos públicos pa’ seguir con la jauja y el buruleo, esto es como la canción, quítate tu pa’ ponerme yo.

Desde ahora se lo decimos y apuntelooooo, este va a ser otro gobierno de “bayoya” con la agravante de que habremos de pasar por la contrición económica mas severa jamás registrada.  Si el PNP nos atraganto con la medicina amarga, ahora prepárense porque nos meterán un supositorio de  brea caliente y no hay fondos pa’ anestesia.  El problema de este País es que no tiene opciones y vive cautivo con la desgracia electoral para elegir alternativas políticas reales, mientras existan estos dos carteles mafiosos del  PPD y el PNP con las  otras tripitas del PIP  de los independentistas “light”, el MUS, el PPR, y el PPT y todas esas facciones emergentes que caben todos en una guagua pública y sobran espacios.

Mi gente inhale y exhale hondo, hondo y hondo que lo que se avecina en el 2013, no va a ser fácil para nadie. Gente éramos muchos y parió la abuela y esto se jodió aquí, porque nos seguirán cogiendo y abusando de nuestros ya inflamados e hipotecados bolsillos para que estas cofradías que dicen defender la democracia y el progreso nos sigan jodiendo “ per secula seculorum”.

El 2013 a punto de comenzar será un año muy incierto para Puerto Rico. Negarlo no ayuda mucho. La situación de crisis de nuestra economía, el enorme déficit fiscal heredado de las  administraciones de Sila y Aníbal del PPD y lo que hizo Luis Fortuño, el pesado fardo del nuevo paquete impositivo que impondrá Alejandro García Padilla (Agapito) sobre la clase media y los segmentos más pobres, tendrán negativas repercusiones en nuestro país tal vez más fuertes de las conocidas hasta ahora con el pasado gobierno. Es conveniente aceptar esta realidad y actuar conforme a ella para poder encararlas con posibilidades de éxito.

Un optimismo por encima de lo permitido puede inducir al Gobierno a incurrir en excesos de gastos y embarcarse en proyectos reñidos con las limitaciones propias de una crisis de la magnitud actual que es mundial países ricos de Europa están quebrados . Pero tampoco debemos caer en el pecado de creernos irremediablemente al borde de un derrumbe. El pesimismo es la peor enfermedad en situaciones de crisis y el más dañino de los consejeros. Hay diversas maneras de prepararnos para los tiempos difíciles y una de ellas es la unidad; la búsqueda de soluciones en un clima de pluralidad forrado de una sólida voluntad de alcanzar los objetivos proyectados solidaridad es la consigna.

Queremos creer en la capacidad del país para superar nuestras diferencias, gobierno, oposición, sociedad civil, empresarios, iglesias, sindicatos, etcétera, y unirnos en un objetivo común. Si somos capaces de hacerlo podremos superar cuantas vicisitudes se nos presenten. Pero es necesario advertir la importancia de llegar a esa meta sobre la base de un respeto a las ideas contrarias y un reconocimiento de la dignidad de todos los actores no persecuciones a la oposición y eso es muy difícil dentro del PPD. Si el complejo de superioridad domina cualquier eventual esfuerzo en esa dirección lo mejor sería ni intentarlo, para economizar energías y evitar mayores confrontaciones. El problema  consiste en nuestra inveterada tendencia a anteponer lo personal a los objetivos nacionales, lo cual nos cierra los caminos cultivar el bien común es muy importante.