EL APONTISMO Y SU MALA FE
Por Redacción de Radio El
Faropr.com
La cosa esta que arde y
hace un calor insoportable en el municipio de carolina. Parece ser que el
enemigo de las almas encarnado en el Principito José Carlos Aponte, Alcalde de
la provincia de las tinieblas, junto a todas sus huestes satánicas ha dado instrucciones
para que se aceleren al máximo la potencia de sus calderas y así se eleven al
máximo las temperaturas en ese infierno en el que viven sus cautivos empleados.
La persecución política y
selectiva hacia todo aquel empleado que no se someta y claudique y caiga de
rodillas ante el régimen Apontista es brutal, independientemente de que haya sido
un Director y/o Supervisor. Lo primero es que a esta clase de empleados que
caen en desgracia con el régimen son castigados, no se les asigna función
alguna para que se aborrezcan, hasta hacerle la vida insoportable y de
cuadritos. A otros empleados más afortunados se les asignan otras funciones que
están muy por debajo de sus capacidades e intelecto, siempre con la finalidad
de romper y destruir su autoestima personal.
Los empleados que no
tienen funciones ocupan su tiempo leyendo periódicos y toda clases de revistas
y los ponen solos y aislados en un cuarto mirando hacia la pared. Pobre de
cualquier otro empleado que tenga la osadía y se atreva a hablarle a ese
empleado porque ese se jodío y será sancionado pal’ resto de sus días. Por otro
lado nunca dejan de faltar los empleados lambones y rastreros que se prestan
para fomentar y crear todo tipo de confrontaciones contra ese empleado, solo
con el fin de irle articulando y fabricándole un caso y así a largo plazo poder
destituirlo de su puesto y obligarlo a renunciar (bulling laboral).
Tampoco dejan de faltar
los “velones” y “espías” que le caen atrás al y le toman el tiempo en las
meriendas de la tarde y la mañana y hasta le montan seguimiento vehicular. El
régimen Apontista cuenta con su fuerza elite de los comités de rápida acción que
mantienen a raya y vigilan a los desafectos del régimen, que sus únicos pecados
capitales han sido reclamar sus derechos como empleados.
Al régimen Apontista, no
le interesa y le preocupa para nada, si esos empleados trabajan o no, ni mucho
menos si son supervisados en cuanto a su costo efectividad de su sueldo se refiere, al pueblo que se joda
y asuma ese gasto . . . y lo que nada nos cuesta hagámoslo fiesta. Allí en
carolina usted nunca va a encontrar que sean nombrados las personas más
diestras y preparadas, mucho menos habrán de ser recompensados justa y equitativamente
de acuerdo al principio de mérito y al valor de sus aportaciones y trayectorias como un empleado que ha
cumplido con todas las expectativas que se esperaban de usted en su empleo.
En el régimen Apontista,
usted no encontrara el calor de un saludo sincero, una mirada tierna y mucho
menos una sonrisa alegre, solo encontrara sonrisas hipócritas y abrazos de osos
y las traiciones que producen todo tipo de puñaladas traperas aún de los que
usted cree que son sus propios compañeros, porque esa es la mala semilla que
sembrado el Principito José Carlos Aponte y la dinastía Apontista que nos ha
venido gobernando por más de 28 años.
Dentro de ese hostil
escenario usted debe aprender a sobrevivir de día a día, sin que las trampas
para bobos que les coloquen puedan herirlo de muerte. Es una guerra sin cuartel
y en total desventaja porque le superan en número los adversarios y sicarios
que el régimen tiene a su disposición. El gran desafío es mantenerse en pie y
no habrá tregua, ni piedad, ni mucho menos compañerismo que valga, uno tiene
que aprender a valerse por sí mismo y por la intuición que desarrolle con los
golpes recibidos en cada refriega.
Es por eso que ya hay
cerca de una veintena de empleados/as
que ya han optado por presentar sus renuncias, para irse a trabajar en otras
posiciones en el gobierno central y para él Capito-lio, recibiendo un mejor
trato en un ambiente laboral digno y profesional con una sustancial retribución
salarial que nunca habrán de alcanzar en ese municipio del medievo, que tiene su
propio Principito, su corte real, toda una legión de bufones y otra legión de
malandros de bajo perfil y de mala muerte.
Sabemos que este éxodo
masivo de empleados que quieren abandonar su maldita provincia al Principito,
lo ha herido malamente en su ego inferior. En respuesta a este desangre de capital humano
el tirano mayor, ya ha ordenado impedimento de salida a los empleados que
quieran abandonar y huir de su provincia, porque allí el entiende que nadie
tiene derecho a progresar económicamente, nadie que no sea estrictamente él y
su obligarquía. Mientras los empleados municipales se mantienen en vilo a raíz
de esta situación vamos a ver lo que va
a suceder, porque al mejor cazador se le va la liebre y nosotros sabemos más de
lo que ustedes creen que en realidad deberíamos saber y ya veremos. Seguiremos
informando.
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