EL DEJA VU DEL PPD

Por Redacción de Radio El Faropr.com

En los años de la segunda guerra mundial, muchos puertorriqueños fueron inducidos  para que invirtieran gran parte de sus ahorros en los denominados “Bonos de la Victoria”. Supuestamente cerca de un millón de dólares que fueron recaudados, estaría destinado en la etapa de la “post guerra” para la reconstrucción y la estabilización fiscal del país.

Cuentan y no acaban que todo ese dinero fue depositado en una de las bóvedas del Edificio Intendente Ramírez, donde radicaba el antiguo departamento de hacienda en el viejo San Juan. La cantidad de dinero que había sido depositada en ese lugar ($800,000.00), para aquel tiempo era una suma considerable $$$$$.

Un buen día todo ese dinero desapareció misteriosamente, sin que nadie se diera cuenta de la identidad del ladrón, solo se dice que se vio la silueta de un hombre de espaldas que tenía puesto un chaquetón verde y que salió en polvorosa del lugar y despareció como por arte de magia.

Surgieron muchas especulaciones sobre la posible identidad de este hombre que nunca fue investigado y nunca fue acusado y mucho menos procesado judicialmente. De ahí surge la génesis de la corrupción populista dentro del PPD que han sido los padres y arquitectos de la corrupción, las trampas y el buruleo. Es por eso que a los populares los esconden y encubren, los inmunizan y hacen de la corrupción y la jaiberia, porque todos ellos están en el mismo guiso.

Se acuerdan del famoso organigrama del crimen que tenían guardado en una caja fuerte del capitolio bajo el control y custodia de una comisión especial y que también misteriosamente desapareció y nunca se dio a la luz pública los nombres de sus integrantes. Durante más de treinta y seis años que el PPD, nos ha venido gobernando se han acusado por corrupción a más de cincuenta y seis (56) Alcaldes, Senadores y Representantes, sin contar a decenas de otros que corrieron mejor suerte y les dejaron prescribir los casos y nunca fueron acusados y andan por ahí “mamando” de la teta gubernamental como si nada.

Desde sus comienzos siempre han existido corruptos en el PPD, y los seguirán habiendo. Históricamente el PPD, nunca ha sido el mejor ejemplo de grandeza democrática y mucho menos de transparencia en la ejecución de la función pública.

En el PPD, nunca han querido que se conozcan las cosas sucias que ocurren en las entrañas del monstruo político de siete cabezas que han creado. A toda costa ellos evitaran eso, porque se molestan y se ensañan y por eso se las pasan culpando de sus fracasos y desvaríos a todo lo que se mueve, para desviar la atención pública de sus propias debilidades, incompetencia y de su amor desmedido por la mentira, el engaño y la corrupción.

Nada más que ver esta nueva cepa de políticos de micro hondas que han invadido el PPD, para adentrarse y allegarse a la función pública para engordar su apariencia física pero más que nada sus bolsillos con el hambre de la corrupción que les acecha y les acompaña como las rémoras acompañan a un tiburón.

En este país con ausencia de justicia, al que se roba una gallina le cantan cinco años de cárcel y, sin embargo a todos estos mafiosos que se han tumbado millones, y se han sacado de la manga lo indecible para evadir la justicia y siempre han salido por la puerta ancha de la impunidad para luego convertirlos en “proceres” con murales y nombres de aeropuertos dedicados a su “honor”. La corrupción es el mayor pecado capital que corrompe a toda una democracia y un pueblo.

Este pueblo habrá de abrir los ojos, para tirar a la calle a todos los corruptos que van y vienen como las olas cada cuatro años y también a todos aquellos que los han consentido y hecho alianzas para encubrirlos y dejarlos perpetuarse en el poder.