¿Nos dará el tiempo la razón?

Por Redacción de Radio El Faropr.com

En un pasado articulo relatamos como habíamos escuchado al hoy Legislador Javier Aponte, mencionar como su primer proyecto la asignación de fondos para mitigar efectos de inundaciones en Canovanas. Sabemos que estos daños son provocados por el Rio Grande de Loiza, cuerpo de agua que precisamente mantiene en jaque el Proyecto del Campo de Golf Elitista del Principito. La zonificación del área propuesta para su desarrollo, pone trabas por parte del Cuerpo de Ingenieros. ¡Qué problema para un pueblo que se distingue por sus golfistas!

Nos ha llamado la atención la rotulación en la 65 Infantería que lee “Mitigación de Inundaciones Rio Grande de Loiza”. ¿Casualidad? ¿Este proyecto le devolverá a las cientos de familias que fueron expropiadas hace 20 años, la posibilidad de volver? ¿Le darán título de propiedad a los que aún viven? Sabemos que el deporte del golf es uno de KAGA-LITROSOS.

Nuestros amigos de la Alcaldía, ya nos aseguraban hace meses que hay un plan orquestado para  sacar a los pobres del pueblo, permitirle a los Coma Bacardi el desarrollo de un Centro Comercial,  construir el Campo de Golf (que según consta en la rotulación fue subastado por la Negrita de Miñi-Miñi), y claro está un desarrollo de Villas a precios módicos para los expropiados. Porque, ¿quién ha visto un campo de golf sin sus humildes casitas con vista a los hoyos?

Invitamos a las agencias federales que vigilen de cerca, el uso de fondos de mitigación para el vano empeño de un niño engreído. De la nueva Legislatura, ya vemos que están empezando a trazar su camino para ocupar un apartamento en el Hotel Federal de Guaynabo.  ¿Tendrán ya los amigos de la Chardón una orejita hípica de alguien que escuchara lo que se hablaba  en la Gerencia de Isami Ayala? ¡Dios, obra de maneras misteriosas!

Para finalizar invitamos al Principito José Carlos Aponte sin madre, a que si quiere un campito elitista sin negritos en casitas de madera,  a que se haga de una villa en Rio Mar con vista a los apartamentos para que vea los torneos que se celebran a escondidas,  los jugadores que llegan en BMW  o en Jeep los mismos vehículos que van al hipódromo El Comandante y atinan “un hoyo en uno”, como les da gusto y gana.