¡Como Rosario en la Aurora!
Por
Redacción de Radio El Faropr.com
Así
cerraron con broche de oro las actividades de las secretarias en la Barra del
Caneco Víctor Rodríguez Mangual en Obras Publicas del Municipio de Carolina.
Nos relató este buen amigo el sábado que el viernes el almuerzo para las
secretarias que compro Caneco, fue la gota que colmó la copa. “¡La culpa la
tiene Víctor!”, insistió el amigo. Alegadamente, Caneco trae arroz con marisco,
postres y quesos para alagar a su personal administrativo. Nadie sabía nada de
esto, excepto ¿quién? Nada menos que las bimbos de la barra, la Chica Clairol y
la Araña Boba Colora. Para el resto de los mortales, el anuncio del jolgorio
era noticia de última hora. ¿Por qué? Parece que las bimbos querían llevarse parte
del bacanal para jartar a sus consortes
en el acostumbrado viernes de travesuras después de darse el happy hour en Isla
Verde, Punta Las Marías o en Base Muñiz. Nos dicen que Caneco ya no comparte
como antes, pero como el cabro siempre tira pa’l monte, de repente él se volvió
a jartar.
De
vuelta a la antesala del sal pa’fuera, casi todos picaron de aquello. El “casi
todos” lo explicamos después, pero decimos “picaron”, porque la Colora servía
las porciones a cuenta gotas. ¡Ahh! Los postres la arañita los repartió en
justa proporción: uno para la gentuza y dos para mantener el coolant, porque
gracias a él, Canequito está contento. ¡Que desvergüenza!
“Annie
estaba prendía, porque ella siempre ha sido la que se ocupaba de estas cosas.
Años atrás cuando teníamos otro jefe que nos respetaba como obreros y al que apoyábamos
en lo que pidiera, Annie era la que repartía la comida cuando el jefe despedía
en su retiro algún compañero o en los padres. Nunca nadie se quedaba sin comer
o llevarse la comida. ¿Por qué Caneco dejo que esas comemierdas hicieran eso?
¡Porque, ellas iban a seguir las instrucciones de él, para joder a las
negritas!”. En la oficina comió todo el mundo menos Tita Canales y la
recepcionista (sobrina de Moncho).
Esta
recepcionista de quien estamos seguros que llego para proyectar una imagen de
cero discrimen en la barra de Caneco, y no por sus méritos, ya habíamos
detallado en un artículo anterior que el Caneco para mantener su perfil de
“gustarle” las negritas, la tenía alterada invitándola a “comer mantecado”.
¡Claro, y los zapos echan pelo! Sabemos por comentarios de los amigos de obras públicas,
que esta recepcionista es muy competente y se ha dado a querer por su trato
gentil. Parece que ya como no se ha permitido poner los cordones de títere,
para Caneco mangonearla y utilizarla en sus casos de racismo, cayó en la “Lista
Negra” donde ya tiene a Tita Canales.
¿Comieron
todas las secretarias? Casualmente Canales y la recepcionista, quienes
desconocían previamente del almuerzo, tenían una diligencia al mediodía. Rohena,
oliéndose la mala fe de las bimbos, les saco almuerzo. ¿Qué paso cuando
llegaron de vuelta? Para empezar Caneco en su estilo clásico de perderse cuando
va explotar un crimen de odio, se perdió pa’l cara..jo dejando a las bimbos
para ejecutar el plan, NINGUN ALMUERZO PARA ESAS “NEGRAS INGRATAS”. Rohena
estaba que si la cortaban no votaba sangre. Los almuerzos, postres y quesos no
aparecieron. El descaro mayor fue cuando salieron con su doggy bag en la cara
de todos. Canales que se retira ahora y al que los muchachos le van a celebrar
una despedida sin el canalla racista de Caneco, no le sorprendió el acto. La
recepcionista habrá aprendido una lección de lo que le esperara vivir en lo
subsiguiente.
Estimado alcalde Principito, José Carlos Aponte, “justo
juez” y “hombre humilde” que escuchas a los obreros, ese acto involuntario de
su magnánimo diseñador de obras y edificaciones, ingeniero de grado post
doctoral reconocido entre sus iguales colegiados, fue una minúscula tontería.
Esas damas de bellos rubios y coralizos, brillantez y “queridas por todos”, de
bagaje cultural y profesional distinguido, aprecian a esas caribeñas de tez
oscura como si fueran sus hermanas. Borrón y cuenta nueva. Suene su trompeta
declarando la paz, equidad y justicia que se vive en su Principado.
Mire charlatán, su alicate de obras públicas, racista,
agresor y usurpador de la profesión de ingeniería, el que le buscaba, le busca
y le buscara la grasa a su señora, porque para eso llego, y usted lo sabe,
trato por conducto de la directora auxiliar y su secretaria (a quienes escogió él y solo el) como mierda a
dos damas muy queridas por todos allí. Principalmente a Canales, que por muchos
años aporto para llevar a Obras Publicas e Infraestructura a lo que era antes
de usted llegar. Esta dama que se retira y merecía un trato distinguido en la
semana de las secretarias, fue tratada con total menosprecio y evidente
discrimen. Ojala Canales de un paso adelante y grite todos los mierderos y las
ilegalidades e inmoralidades de Víctor Rodríguez Mangual (Caneco) y Mabel López
a los cuatro vientos. Porque según lo que nos cuenta el amigo de Obras Públicas,
José Carlos Aponte Dalmau, “El Principito” hasta su casa en Santa Cruz se hizo
empleando recursos municipales. “¡Que le pregunten a Pachi, a Tomasito y a
Junior!”. ¡Que escandalo! Ojo agencias estatales y federales.
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