A ROBERTO RIVERA
Por José Cheo Cruz
Todo el que sabe un poquito de mí, sabe de mi amistad cercana a Roberto
Rivera Ruiz de Porra desde hace muchos años... Es una relación sincera que nada
ni nadie --ni el poder siquiera-- ha podido quebrantar.
Lo que la gente necesariamente no tiene que saber es que esa amistad ha
atravesado momentos de crisis porque soy
crítico... Y en ocasiones, su peor opositor.
No tengo que repetir que el Partido Popular Democrático no me gusta... Y
no me gusta porque ese partido es anarquista, autodestructivo, indisciplinado,
traicionero, bullanguero, torpe, engreído, falaz, impostor... dictatorial y a
veces embustero. Tiene todos los vicios de la sociedad Puertorriqueña.
Pero también todas sus virtudes: es solidario, valiente, enérgico,
vibrante, audaz, democrático, abierto, alegre... Y, más que todo eso, tiene una
linda historia de sacrificios patrióticos desde Don Luis Muñoz Marín, que
acogió a mi Padre en Puerto Rico y por ello nací ya que Trujillo perseguía a mi
padre y mi relación con José E. Aponte de La Torre de quien me enorgullece
haberlo conocido, no así de su hijo el trompetista.
El canibalismo cruel e incivil es tan viejo en el PPD como el
mismo PPD . Y por duro que hayan
sido los tiempos, ese partido siempre sale vivo de sus guerras
fratricidas...Roberto Rivera Ruiz de Porra mi amigo, serviciar, humilde y
sincero no lo quieren los Aponte sin tener ni un ápice de razón son vengativos
injustamente con él en Carolina sin justa causa.
Dentro del PPD de Carolina está
ocurriendo ahora: ha comenzado a recuperarse después de una de sus más
profundas heridas. Claro, ha quedado convaleciente y parece que anda en
muletas, pero nadie debe dudar que esa gente se reagrupará y pasará lo que
siempre digo: “...Son como los pájaros judíos: se dispersan de día, pero de
noche regresan a dormir en el mismo palo”.
Aunque a veces como las abejas: cuando surge nueva reina emprenden vuelo
con sus zánganos en la cola y forman nueva colmena... Que parece ser lo que
ocurrirá ahora con el “Principito” José Carlos Aponte .
Comentarios
Publicar un comentario