UN PRINCIPITO DESCABEZADO
Por Redacción de Radio El
Faropr.com
¿Alguien tiene la menor duda de que Carolina perdió su
Norte? Todos vieron en la prensa y algunos residentes fueron víctimas del
boquete en el elevado de Los Ángeles. ¿Dónde estaba el Principito reclamando
una solución inmediata y permanente a esa situación? Semanalmente por ahí pasan
miles de residentes, brigadas del propio Municipio de Carolina, y su staff o
“Dream Team”. Ese Caneco Víctor Rodríguez Mangual que con tanta jaquetonería,
anda en su pick-up Ford, como el magnánimo. ¡”Nadie sabe más que él”! ¿No le
advirtió de lo que eventualmente paso? ¡Qué caray va a advertir, si ese, sabe
de hormigón y puentes lo que sabe José Feliciano de la carta de colores de
Glidden! ¿Por qué cuando el Departamento de Transportación y Obras Públicas
(DTOP) estaba reparando el puente de la marginal de Los Ángeles, no levantaron
bandera de esas tolas vitalicias? No hay cabeza para pensar, planificar,
asegurar, prever.
Lo que pasa es que Víctor Rodríguez Mangual ”El Caneco”
solo tiene cabeza para perseguir, discriminar, atropellar, pegárselas a la
mujer, aguantarle los cuernos del desquite y para rascarse la caspera que
tiene. ¿Y el Principito? ¡Muy bien! Planeando su próximo evento de música, la
compra de su próxima propiedad, y que el pueblo se joda o se lo lleve el diablo.
El Principito alcalde José Carlos Aponte es peor que Caneco, porque Caneco tiene una
cabeza torcida y malévola, pero José Carlos Aponte, es acéfalo. Y estamos
convencidos que es por conveniencia. No es un despiste involuntario que le haya
dado a Isami Ayala, la “Negrita de Miñi-Miñi”, el poder de usar su firma
digital a mansalva, como arma letal y de encargo de sus subalternos, el Barbie
Ken Valles, el Caneco y las otras malas yerbas, para ponerle la cherry a su
sundae de los casos fabricados. Y sepa usted que estamos en proceso de
verificar la firma del Principito en múltiples documentos de destitución,
suspensiones e investigaciones en
Asuntos Internos, para constatar si fueron firmados como estipula la ley. Ya
hemos reseñados ocasiones en que el Principito Descabezado, no tiene N.P.I., de
cartas que “disque” firmo. ¿Cómo es posible que entre en la Cueva de la Jueya
Zambuca Isami Ayala, pregunte por un ingeniero y se entere que él le acepto la
renuncia? ¡O el pobre diablo tiene amnesia o sencillamente él nunca lo hizo!
Escuche bien José Carlos Aponte, Ingeniero Distinguido, Heredero Fabricado de
la silla del difunto José Enrique Aponte De La Torre, “amanerao” para muchos y
princesa de closet para otros, cuando le toque sentarse en la silla de acusados
en corte y empiecen a cuestionarle si tiene conocimiento de la opinión o
decisión injusta que tomo contra un trabajador humilde y que firmo al pie de
ese documento, no le eche la culpa a la Negrita de Miñi- Miñi. Aunque ella haya
firmado por usted, la firma en ese documento parido en una reunión en Asuntos
Internos capitoneada por el Gigante Fabricador de mentiras y rosquero de caso
contra empleados el Lcdo. Zambrana, esa firma es la suya, y suya la
responsabilidad. Si pensó que dejando la cabeza en su coqueta victoriana,
administrar una ciudad delegando a otros sus deberes lo eximirá de
consecuencias se equivoca. Cuando le tumbo la cabeza a decenas de empleados
humildes, con su firma real o manipulada, usted Principito Descabezado será al
final del camino el culpable. Su propio juez del Tribunal Municipal de
Injusticia, Llantin lo establece claro cuando no cumple con su deber
ministerial en las vistas administrativas.
En un proceso donde solo comparece el querellado, no
hay una parte querellante para confrontar las injurias, Llantin lavándose las
manos como Pilato, no toma una decisión al final de la Vista y con la cara más
fresca del mundo le dice a los perseguidos, que USTED Principito tiene la Decisión
Final. ¡El no decide ni pa’l cara! Es una forma cobarde de no cumplir con
su deber de togado y practicante del derecho. ¡Qué mamey! El escucha, no cuestiona.
Su función es marcarle en el cuello la ruta del corte de cabeza, finiquitar el
esquema de fabricación del caso y desahuciar al querellado. Allí no hay balance
de la justicia, no hay debido proceso de Ley, no hay moral, y se controla todo
desde Asuntos Internos. ¿Cuánto tiempo seguirá esta depravación moral?
Necesitamos un líder con cabeza para pensar, corazón para querer a todos por
igual y alma con temor a Dios para vivir con la conciencia de sus actos.
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