CUANDO LA JUSTICIA COMIENZA A SER INJUSTA
Por Redacción de Radio El
Faropr.com
Nos informan que el Jefe de Seguridad del Municipio de
Carolina, Juan Ortiz Crespo se deshizo de los dos chips de los teléfonos
celulares que posteriormente le fueron ocupados como parte de la evidencia en
el caso que enfrenta por actos de violación y sodomía contra una empleada
municipal.
Se dice que la fiscalía solicito un subpoena a las
compañías proveedoras de esos servicios a los fines de comprobar la existencia
del envío de un mensaje de texto que Ortiz Crespo, le envío al celular de la
victima luego de haber cometido tan horripilante y depravado acto.
En el teléfono de la víctima, según la información que
nos ha sido suministrada apareció dicho mensaje, lo que confirma las
alegaciones y la versión inicial ofrecida. Se dice también que en donde
ocurrieron esos hechos en las oficinas del imputado hubo una intervención de
parte de unas personas allegadas a Ortiz Crespo que fueron movilizados
rápidamente para tratar de alterar la escena.
Este caso pica y se extiende porque esto confirma la
doble vara de la justicia en este país, cuando se arrastran los pies para
someter este caso. En regla 6, basta con un cintilla de evidencia para
establecer causa probable y fijar fianza. El peso de la evidencia pudo haber
sido establecida con la declaración juramentada de la víctima, la certificación
medica que sobre la presencia de semen y el mensaje de texto enviado al
teléfono de la victima cuyo contenido demuestra tácitamente que el imputado
intento burlarse de ella después de cometidos los hechos. Al victimario le han
seguido saliendo chichones a flote por unos 15 casos de querellas sometidas por
empleadas y empleados de hostigamiento laboral y sexual en el municipio de
carolina.
Dicen los abogados que saben que para que un caso se
caiga en regla 6, tendría que ser uno bien malo. Cuando un caso se cae en regla
6 es porque no había un fiscal competente en representación del ministerio público
y tampoco una cintilla de evidencia aceptable a la hora de pasar la prueba.
Ahora están dilatando este caso, recurriendo al subterfugio de que por el
cúmulo de trabajo que hay en Instituto de Ciencias Forenses (ICF) no se ha
concluido con las pruebas del DNA en la muestra del semen obtenido como muestra
y la ropa que les fuera ocupada a ambos (víctima y agresor).
Estamos seguros de que si la persona imputada fuera
residente del barrio sabana abajo, ya estaría ingresado y en chirola en la 492
de Bayamón hace rato, porque la justicia de este país es como una perra flaca
que solo muerde a los pobres.
No obstante, vamos a estar atentos a ver qué pasa,
mientras tanto existe la incertidumbre de que anda suelto por ahí un depredador
al asecho de querer cobrar más víctimas. Mientras tanto el Chacal de la
Trompeta José Carlos Aponte, anda alardeando de su grandeza y las protecciones
de que gozan sus amigos con privilegios.
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