Estadidad rescatará a Puerto Rico
Por Hernán Padilla
Periódicamente,
políticos, economistas, y organizaciones proponen nuevas estrategias para atacar los serios y problemas crónicos que afectan a nuestra
sociedad y nuestra economía.
Puerto Rico ha estado
bajo la bandera americana desde el 1898 pero los puertorriqueños-ciudadanos
americanos que residen en Puerto Rico no disfrutan de los mismos derechos,
oportunidades, progreso y desarrollo económico que nuestros conciudadanos en
los 50 estados.
Desde el 1948,
distinto partidos políticos han dirigido el gobierno de Puerto Rico bajo el
mismo status político. Luego de 6 décadas del status actual, el modelo
económico del ELA-territorial es responsable de la mayoría de los problemas que afectan la confianza, seguridad y calidad
de vida en todos los niveles de la sociedad puertorriqueña.
A pesar del fracaso
del status territorial, existen conciudadanos que critican a los que
persistimos, como prioridad absoluta, en resolver el problema del estatus.
No quieren reconocer que
el modelo político-económico de Puerto Rico ha demostrado que está exhausto
desde hace varias décadas.
La historia ha probado
que ambos modelos, el político y el económico, están integrados uno con el otro
lo que imposibilita cambiar uno sin cambiar el otro. Reconociendo el hecho de
que para que Puerto Rico sobreviva como sociedad es imperativo cambiar su
modelo económico constituye también una de las razones fundamentales que nos
obliga a cambiar con urgencia el modelo político.
La gran incertidumbre
que causa nuestra indefinición de status, agravada por la falta de credibilidad
de los actuales administradores de la colonia, desalienta y paraliza la inversión privada interna y
externa y es la causa fundamental de la actual depresión económica.
No podemos ignorar
que la debilidad del status territorial
y el colapso social, político y económico del ELA-colonial motivan la migración masiva hacia los 50 estados de puertorriqueños provenientes de los sectores
más productivos. Ha llegado el momento
de considerar seriamente que si no se resuelve el problema del status de Puerto
Rico será imposible evitar o revertir un
colapso total, tanto en lo social, como en lo político y económico.
Ante el evidente
fracaso generado por 4 siglos de coloniaje como posesión del gobierno Español y
desde 1898 la ausencia de igualdad de derechos constitucionales, oportunidades
de progreso y desarrollo económico sostenible, surge la urgente necesidad de rescatar a
Puerto Rico de nuestra condición de segregación política que le niega a
3.670,000 ciudadanos Americanos residentes en Puerto Rico los derechos de
igualdad que disfrutan nuestros conciudadanos en los 50 estados.
Nuestra lucha en pos
de la estadidad no solo es un reclamo de nuestros derechos ciudadanos, civiles
y políticos, sino también la oportunidad que nos brindará cambiar hacia el
mismo modelo económico que ha probado ser en los 50 estados de la unión el más
exitoso en la historia de la humanidad.
La estadidad es la
solución inmediata y permanente a nuestra actual crisis económica, y fiscal. La estadidad
atraería inversiones, fomentaría el regreso de puertorriqueños que actualmente
viven en los 50 estados y evitaría la emigración masiva de la población.
Estoy convencido que
con dicho crecimiento económico acelerado se reducirán drásticamente el
desempleo y la pobreza al igual que nuestra dependencia en el Tesoro federal.
Durante la transición
para ser admitidos como estado, endosaremos y promoveremos planes comprensivos
para un desarrollo económico sostenible, las políticas públicas de un buen
gobierno, y los programas y obras que redunden en el bienestar del pueblo de Puerto
Rico.
Ante la realidad innegable de
que el pueblo de Puerto Rico revocó el consentimiento al status
político-económico actual y por el bienestar del pueblo de Puerto Rico, debemos
concentrar todos nuestros empeños y esfuerzos para lograr que Puerto Rico sea admitido
como estado a la mayor brevedad posible
y así evitar el colapso catastrófico que resultaría si continuamos dentro del
presente régimen colonial.
Comentarios
Publicar un comentario