LA ESTADIDAD POSTERGADA POR INTERESES INDIVIDUALES Y BUSCONERIAS.
Por José
Cheo Cruz
Releyendo
el libro “Los Responsables, el fracaso de la tercera República” del
puertorriqueño Víctor Medina Benet; donde nada retrata con profunda exactitud el drama
de una parte importante de los actores de la vida Puertorriqueña y aquellos que se empecinan en construir proyectos
políticos, contra viento y marea, sin detenerse en el juicio de la historia
sobre sus comportamientos, hoy he querido hablarle a la base del PNP y a
nuestra gente en Carolina, al escuchar la desfachatez del alcalde José Carlos
Aponte defendiendo las acciones en relación a los aberrantes hechos de que se
acusa al jefe de seguridad del Municipio de Carolina Juan Ortiz Crespo y la no reacción
y poca o ninguna importancia que le ha dado el PNP en nuestro pueblo.
Aunque el texto histórico narra la inconsistencia y el
triste final de Horacio Vásquez un presidente Dominicano, veo que el patrón de
no saber terminar bien, constituye una tarea pendiente. Así nos comportamos, y
el fracaso representa el común denominador de los que transitan esa senda porque
el PNP no aprende de la historia, repite las mismas acciones y pretende obtener
resultados distintos y eso solo se le ocurre a un loco decía Albert Eisten.
Aterrizando en el PNP que ni se escucha solo se ve a
un Maltorel, el Buscón profesional, incapaz y bueno para nada, reunirse con
Lorna Soto en su casa dizque para recaudar fondos o mejor dicho lavar dinero
robado de la pasada administración en el Senado, para postularse y llenar sus
bolsillos así si son buenos en la búsqueda de fortunas mal habidas, yo percibo
a un bueno para nada como Martorel, ex gendarme y lambe ojos de Lorna Soto,
rechazada por el electorado del distrito senatorial de Carolina por mala y buscona,
por arrogante y defensora del narco estado, a un Epi Jiménez, Eric Correa y Pedro Pierluisi en
un terrible dilema: le asiste el legítimo derecho de aspirar, pero sus
objetivos desbordan normas, principios y valores democráticos esenciales para
un político del siglo XXI. Al mismo tiempo, esa autoridad partidaria, aspira a
permanecer en la dirección del partido, tienen un proyecto gubernamental y como
si fuera poco, pretenden posponer una convención pautada dentro del PNP para escoger
sus líderes y pretenden seguir con el continuismo desgreñado, con un comité central
dirigido por su sector. ¿Acaso es posible controlar tantos resortes en la
organización de mayor tradición democrática del país?
Mientras
todo eso ocurre ellos callan, son cómplices del latrocinio de Los Aponte
Gambini en Carolina y no se atreven a criticar las acciones de destrucción de
la humanidad, crímenes de lesa humana, ni fiscalizar la corrupción y las
inmoralidades que se cometen junto y alrededor del alcalde de Carolina José
Carlos Aponte y ni el desmadre fiscal y la persecución maliciosa a que están sometiendo
a la gente de a pie en Puerto Rico, porque el bien común definitivamente no les
interesa a ninguno de ellos, solo llenar sus arcas individuales, vivir bien y
al pueblo que se joda , por lo tanto no merecen nuestro voto ni nuestro respaldo
para nada.
Si la discusión hace meses giraba alrededor de su
salida de la dirección del partido, el pasado noviembre fueron rechazados, y
soy de los que sostuve la idea de que, el que espera lo mucho espera lo poco,
me inscribo entre los ciudadanos, sin hostilidad hacia Pedro Pierluisi, ni a
ninguno de ellos pero sus acciones lo descalifican para contar con nuestro
respaldo, me quedo altamente sorprendido por los “argumentos” esgrimidos para
posponer la celebración de un proceso convencional llamado a elegir las
autoridades partidarias. Además, colocar al ilustre maestro, excelso ex
gobernador y honorable dirigente del PNP, Carlos Romero Barceló o cualquier otro
como vocero esencial de la posposición, caricaturiza los alegatos de
falta de recursos porque solo una semana antes de la oficialización de esas
tácticas dilatorias, Pedro Pierluisi andaba en helicóptero para Cayey solo para
ir a comer o cenar en un restaurant de la montaña, es que son anti democráticos
y oportunista sin duda y no apegados al principio de humildad de pueblo que
siempre ha caracterizado al PNP.
Cuando desarrollas la idea del proceso paulatino desde
febrero a hoy día dentro del PNP donde se pretende juntar la elección de los
dirigentes nacionales, y el candidato a la gobernación retratas un escenario
ideal y totalmente divorciado de la tradición penepeista. Y es que en el PNP
nunca coinciden las convenciones ordinarias y extraordinarias. Ahora bien, Pedro
Pierluisi lo que busca es ganar tiempo y generar un ambiente transaccional para
alzarse con una candidatura que solo debe conseguirse mediante el voto de la
mayoría de los Estadistas y PNP de Puerto Rico. Nadie objetaría su candidatura,
siempre y cuando sea el resultado de un ejercicio democrático y amplio porque
lo que parece irónico en la tradición partidaria (Pierluisi no es el único
exponente) es que nuestros dirigentes no tienen una auténtica conciencia
democrática, por eso le paso Abel Nazario la factura y le gano a la maquinaria
defectuosa que poseen, la vice presidencia cuando todo aparentaba estaba
plancha’o para Aníbal Meléndez Rivera y para el muñeco de siete fondillo Thomas
Rivera Schatz.
El intento de construir un bloque de fuerzas diversas
alrededor del PNP representa un hábito partidario y parte de las enseñanzas de Don
Luis A. Ferre. No obstante, el esfuerzo por edificar “el Pacto De La Esperanza”
con estos buscones alrededor de Pedro Pierluisi y algunos con Rickie Rosselló,
podría tener un mal de origen debido a que el éxito de ese tipo de concertación
parte de una consolidación del partido y después la estructuración de partidos
y movimientos que, no tendrán la utilidad y efectividad de hacer una mayoría
electoral, sin el otro sector del PNP. Esa visión mecanicista de que “controlar
las siglas” hace automático el respaldo subestima la inteligencia de los
ciudadanos y desconoce una realidad: este país no es el mismo de hace diez años,
los caudillos se acabaron no tienen luz propia ningunos y son conspiradores
contra la democracia partidaria.
Cada vez que el PNP conquista la victoria lo hace al
combinar factores como la fortaleza interna y la seducción de la
periferia liberal. Y un partido que no termina de entender que los
sectores conservadores del país han preferido al Partido Popular Democrático
(PPD), y por vía de consecuencia, necesitamos retomar el centro liberal y
democrático, y experimentar un cambio en la conducta partidaria para que la
agenda y los valores del partido se parezcan más a la histórica base social
caracterizada por los sectores populares, los del residencial y marginados ,clase
media, jóvenes, mujeres e intelectuales, sin excluir a sectores exclusivos de
la sociedad que no están a gusto con el PPD por tanta desdicha y tantos
impuestos (52 nuevos impuestos)nos está llevando el diablo en Puerto Rico, pero
el PNP ni cuenta se da, porque sus dirigentes comen culibiacas, langosta y la
ancha y tienen altos salarios y mucha reservas económicas, miran por encima, están
aislado del pueblo y ni cuenta se han dado que este pueblo está desesperado,
pasando vicisitudes y hambre con Alejandro García padilla y su ganga de
facinerosos. Lamentablemente, connotados exponentes del PNP de hoy busca
candidaturas para sus bolsillos, no parecen entender esa nueva realidad y
asumen sus proyectos de candidaturas entrándole a patadas a la plataforma
organizacional creyendo que debemos hacer del partido un traje a la medida de
los aspirantes, olvidando que sin partido no hay victoria.
Como tienes la posibilidad de vivir en una sociedad donde
existen políticos de verdad, tienes la oportunidad de compararlos con los
nuestros que, salvo reconocidas excepciones, son de mentiras. La España de la
transición democrática necesitó un Adolfo Suárez y la inteligencia de una
generación de jóvenes, posibilitó un PSOE donde coexistían dos liderazgos con
visiones políticas no coincidentes, pero con el compromiso de conducir su
partido a la victoria. Felipe González y Alfonso Guerra no se entraban a
sillazos, nadie le paso por la cabeza expulsarlos y el proyecto del partido se
impuso a las disquisiciones ideológicas e intelectuales. Aun a distancias de
aquellos años, los socialistas españoles de estos tiempos vieron a Pérez
Rubalcaba y Carmen Chacón disputarse el liderazgo con energía y competencia, pero
sin insultos ni excesos. ¿Será que nuestra pequeñez Boricua y caribeña nos
impide actuar con grandeza? Como lo hacen los partidos Nacionales en Los
Estados Unidos donde aspiramos a ser adoptados como Estado.
El problema del PNP no se puede reducir a los
aspirantes a la gobernación ni a puestos de la Legislaturas. Poco importa Martorel,
Lorna Soto “Lagarto Sea”, Epifanio Jiménez
Jr, Eric Correa Pedro Pierluisi y Rickie Rosselló. Desafortunadamente, no tenemos
tiempo para desarrollar las ideas elementales para que la ciudadanía nos
perciba como un sector con un proyecto de sociedad donde los criterios sobre
educación, salud, seguridad, calidad en la inversión, combate a la pobreza,
empleos, salarios y estabilidad económica generan la sensación en la población
de cómo piensan los Penepeistas y Estadistas y las políticas públicas a
desarrollar desde una administración nuestra. Lo “otro” es chercha, chismes y
degradación de la política y del ideal La Estadidad.
No creo tampoco, ni estimulo una guerra visceral entre
compañeros, y en medio de la campaña a la gobernación pasada se me secó la
garganta y me duelen los dedos en el teclado impulsando la posibilidad de la
integración de todos los sectores, Rossellistas, Fortunitas, Pierluisistas, busca
vida como Martorel un buscón arrogante y aberrante, bueno para nada sin
capacidad ni educación alguna ,qué más da si su mentora ni cuarto ano tenia y salió
dizque con una maestría en dos años esa fue Lorna Soto. Los hechos y conductas
están sujetos al juicio crítico de la ciudadanía y no percibo una postura
abierta, plural, tolerante y con vocación para coexistir en medio de la
diversidad por parte de Pedro Pierluisi y sus buscones a cuesta como los de
Carolina y su ilegal, anti democrática e inmoral comisión para dirigir el PNP
en Carolina. Por el contrario, el elemental sentido de equilibrio se rompe cada
vez que se oficializan sustituciones institucionales, como la de Epi JImenez, Eric
Correa, Luis Maldonado, que al principio no lo querían, Martorel, Harol Rosario uyuyuy en Luquillo, que peste, y
unos candidatitos de poca monta sin principios ni capacidad, sin duda que los del PPD lucen superiores sin duda, si esa
finalmente es la papeleta del PNP en el distrito de Carolina y que son los
promovidos en una lotería partidaria donde los bolos están marcados antes de
iniciar el sorteo. Eso no es, no ha sido ni será el PNP ni de los estadistas
genuinos.
Termino por el sendero que comencé con la frase que se ha convertido en una sola voz en todo el
país y en Carolina más que en ningún lado ya irán 32 años al finalizar este cuatrienio de
dictadura de Apontelandia por este accionar de busconería e insolidaridad dentro
del PNP, diciendo José Cheo Cruz es un loco, y epítetos descalificadores ¡si
pepe! Solo a ustedes buscones de mierda no les convengo, porque les canto
afinadamente las verdades, pregúntenle al pueblo de Carolina y en el seno de
Los del PPD y de Apontelandia a ver si creen eso de nuestros escritos e
investigaciones: ¡Hasta cuándo Pierluisi, hasta cuándo, Pierluisi, abusarás de
nuestra paciencia!. ¿No tendremos los Estadistas y Penepeistas que evocar ese
episodio para retomar la ruta democrática?
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