LAS DOS VARAS Y EL DOBLE DISCURSO

Por Redacción de Radio El Faropr.com

Como dice el refrán popular;  “lo que se ve no se pregunta”.  Habida cuenta hay de  que en el municipio de carolina se utilizan dos varas a la hora de aplicar medidas disciplinarias contra un empleado, dependiendo del grado de influencias políticas y el nivel de conocimiento que ejerzan en asuntos de “comprometedores y trascendentales”  de cómo es que allí se bate el cobre.
Si el empleado es un allegado al Principito José Carlos Aponte, de seguro que estará exento de ser sometido a la justicia que le aplican a otros que no gozan de esos privilegios especiales. Como cuestión de hechos esta el caso de un empleado de nombre Benjamín Torres, al cual se le acusaba de supuestamente haber estado vinculado a un grupo de empleados que hurtaban combustible diesel del municipio.

A ese empleado el Tribunal Superior de Carolina, lo sometió a un proceso de vista para arresto bajo la regla #6, que dispone que con una sola cintilla de evidencia que se pase y sea admisible es que se encuentra causa probable para juicio en su fondo. Ese empleado quedo absuelto en dicha vista de regla 6 ya que no tenía vinculación alguna en la comisión de los hechos que se le imputaban. En arroz y habichuelas el caso no llego ni a primera base y no prosperaron los cargos imputados.

A pesar de que propiamente el Tribunal Superior había declarado inocente a ese empleado el municipio de carolina, de forma expedita (Fast Track) y sin garantizarle el debido proceso de ley que le asistía, procedió con su despido de una forma fulminante y en el acto. Nunca hubo referido a la Oficina de Asuntos Internos y mucho menos una vista administrativa informal tal y como lo dispone la Ley 81 de Municipios Autónomos y la propia reglamentación interna del municipio.

A diferencia del caso del Gerente de Seguridad, Juan Ortiz Crespo, a quien se le imputa el haber sodomizado a la fuerza a una empleada municipal. A Ortiz Crespo el Alcalde lo ha protegido y lo ha mantenido en su empleo hasta el día de hoy, sin que pase nada. A Juan Ortiz Crespo, se le han protegido todos sus derechos hasta la saciedad y la presunción de inocencia que le asiste eso mismo hizo José Carlos Aponte con José Calderón el convicto Federal por soborno y extorción le pago el sueldo hasta el último día que se declaró culpable en el Tribunal Federal. El trato hacia la figura de Ortiz Crespo ha sido diametralmente opuesto al recibido por el empleado destituido.

De una forma cínica y sarcástica el Alcalde José Carlos Aponte, se burla de la justicia haciendo expresiones en el caso de Ortiz Crespo de que hay que esperar que  se conduzca un proceso judicial justo, mientras que a este otro empleado lo destituyo fulminantemente, sin derecho a defenderse, a ser oído, a presentar testigos y prueba ex -culpatoria. Esta actuación solo demuestra una cosa. Hay dos varas distintas y un doble discurso por parte del injusto y siniestro personaje el Principito José Carlos Aponte dependiendo quien  o cuán importante sea a quien se vaya a acusar.

Oiga Alcalde un solo acto de injusticia que usted cometa contra alguien, no deja de ser un acto de injusticia contra el prójimo y contra DIOS. Una vara para uno, otra para otros, así no Alcalde, no sea abusador, no sea perverso, sea justo como debe aspirar ser todo un buen ser humano, tenga piedad por sus semejantes y temor de DIOS. No se puede andar por ahí con dos piedras en una mano y una vara en la otra, juegue limpio.

En este caso hay muchas cosas turbias y extrañas y esto huele mal porque desde un mismo principio estaban implicados varios policías municipales que sabían de esos hechos. Hay un policía municipal de apellido Calderón que era el que tenia arrendado el terreno que está ubicado en una finca propiedad de la Autoridad de Tierras en el barrio Hoyo Mulas. Fue en ese lugar que se arrestaron a varios empleados por agentes de la policía estatal. Se dice que en este operativo participo un encubierto que es miembro de la policía municipal. De ser esto cierto  habría unas contradicciones con las disposiciones de la ley núm. #45 que aplica a la limitación de las funciones de los cuerpos de seguridad como lo es la policía municipal.

Se dice que a ninguno de los tres policías envueltos en este asunto se les ha radicado cargos y/o investigado con relación a estos hechos. El Diesel que era hurtado se mercadeaba entre esos policías municipales que no fueron investigados o acusados. Se alega que uno de esos policías le solicito al Caneco Víctor Rodríguez Mangual unos cuatro postes en madera de pino tratado de esos que se utilizan en la A.E.E., los cuales fueron transportados por un tal Pulito en un camión de arrastre o plataforma desde las antiguas instalaciones de obras públicas en el Bo. Saint Just.


Esos cuatro postes se dice que fueron instalados en un solar propiedad privada de uno de esos policías que tenían conocimiento sobre el buruleo con el Diesel. Si se va a investigar la cuestión de los robos y el hurto de diesel en el municipio, pide que hay,  que no están todos los que deben estar y falta gente. No sean chapuceros e investiguen bien, porque en ese municipio son muchos los amigos de lo ajeno.

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