EL GOBIERNO PANDILLA DEL MUNICIPIO DE CAROLINA

Por Redacción de Radio El Faropr.com

En el día de ayer pudimos ver a un Principito preocupado y con un semblante que demuestra el perfil típico de un soberano mentiroso compulsivo.  Flanqueado de su corte real de espalderos, abogados y bufones de su corte real hizo expresiones para defenderse de las acciones que en principio pretendía distanciarse y tener conocimiento, libreto que no le funcionó.

Todo el que ha laborado y tenga uso de razón y conciencia sabe que en el municipio de carolina, se le fabrican casos a los empleados que caen en desgracia con el Régimen Dictatorial del Apontismo y se llevan a cabo en su contra despidos constructivos y represivos.

Allí existen personas inescrupulosas y de poca monta que son fanáticos extremistas adoctrinados que solo lo que saben hacer es prestarse para realizar entrampamientos a otros compañeros y prestarse como testigos falsos, con tal de ganarse la benevolencia del #gobierno pandilla.

Se fabrican casos a granel contra los empleados donde se le someten a situaciones adversas represivas sin estar sujetos a un proceso de disciplina progresiva en los que no hay evidencia de amonestaciones o reprimendas administrativas, tal y como lo exigen las reglamentaciones de rigor.

 Son selectivos y hay dos varas a la hora de aplicar sanciones disciplinarias, si usted es director o allegado al Régimen tiene inmunidad y carta abierta como si fuera un agente de la CIA. En Carolina la cosa esta a otro nivel y peor que en el vaticano y todos sus bolletes de acusaciones contra clérigos por acoso sexual y toda clase de vejaciones.

 Esta gente tienen más trucos que el cinturón de Batman y se las sacan de la manga, al amparo de que tienen protecciones y cuenta con un “Muro de Contención” que son recursos externos que les brindan protecciones “especiales” de todas las acciones de sus castigos crueles e inusitados y maledicencias a que someten a sus empleados.

A la luz de lo anterior, es menester señalar que el Alcalde José Carlos Aponte, ha instituido en el municipio de carolina un patrón recurrente de persecución, opresión y discriminación que resulta injustificable en cualquier foro que actué en justicia. Ellos solo son lo suficientemente “hombrecitos” a la hora de reunirse en cuartos obscuros para tramar y poner en práctica la maldad, pero no así cuando son descubiertos y tienen que asumir las responsabilidades por sus malas acciones.  A la hora de la verdad no hay “hombría” y son unos soberanos cobardes que salen despavoridas y corren  como gallinas y guineas tuertas en guayabal seco.

Detrás de ese rostro simulado y ensayado que proyecta el Alcalde José Carlos Aponte, pocos son los que realidad podrán tener ojos para ver lo que se aparenta ser. Aquellos que se creen ser Príncipes jamás pudieran predicar otra cosa que no fuera concordia y buena fé; pero en realidad es enemigo acérrimo de ambas, ya que si las hubiese observado, habría perdido más de una vez la fama y el poder político. Como el Principito sabe, que la gente es ingenua y se someten fácilmente hasta el punto de sus necesidades presentes, tienen la habilidad de engañar y siempre encontraran terreno fértil con los sumisos y sananos que se dejen engañar.

A juzgar por la cara del principito José Carlos Aponte y sus comentarios, la cosa no pinta bien y su “Muro de Contención” ha comenzado a colapsar, porque ya hablaremos largo y tendido de ese asunto. Una pandilla es conformada por un grupo de individuos de poca monta y probidad moral que se unen para llevar a cabo actividades delictivas y contrarias a la ley. Es por eso que Carolina tenemos a un gobierno pandilla, del cual es apremiante deshacernos antes de que destruyan a este humilde pueblo.