Abandonan el ELA buscando progreso
Por Hernán Padilla
La desesperanza
obliga a miles de puertorriqueños a abandonar la isla en busca de seguridad
económica y mejor calidad de vida. Contrario al clima depresivo provocado por el
fracaso del ELA-colonial, es evidente
que familias completas, principalmente generaciones de edad productiva y
reproductiva miran hacia los estados buscando mejorar su destino.
La Junta de
Planificación consigna que entre 1940 y 1960 la Isla perdió alrededor de un
millón de personas resultado de una emigración masiva: “En la década del cincuenta
alrededor de 460 mil puertorriqueños fueron a buscar trabajo a los estados”, y “en la década del 2000, se observó un segundo
gran éxodo cuando 297,750 abandonaron la Isla”.
Desde “el 2005 se
ha notado que el mayor porcentaje de la migración ocurre en la población joven
y se ha observado tienen mayor escolaridad. El 20.7% de las personas que emigraron
eran profesionales o técnicos, y para el
2000 cerca del 30% de los hombres
nacidos en Puerto Rico con educación universitaria vivían en los Estados”
Del total, “96.6
por ciento emigraron hacia algún estado de la nación. El 30.5% se mudó a Florida, donde hay más 987,663 “floriricans”, mientras
20.6 % se fueron a New York. No
sorprende que de 78 municipios en Puerto Rico, 76 registraron pérdidas en población”.
De otra parte,
según Pew Research del 1981-2000 la emigración neta fue de 12,000 personas anuales,
que en los últimos tres años incrementa a 48,000 anuales. Mientras, la Agencia AFP
informó que Puerto Rico se está despoblando aceleradamente, vía una migración
masiva hacia EEUU en busca de empleo. A partir del 2010 se aceleró la
fuga, y entre 2010-13 perdimos 144.000
personas.
“La clase media puertorriqueña se está reubicando
en los estados. De acuerdo al Departamento de Trabajo federal, desde diciembre
2012 se han perdido 42,129 empleos, y de una población civil de 2,872,000 sobre
16 años de edad, solo 988474 tienen trabajo. No cabe duda de que el colapso político-económico
del ELA-colonial es la causal de fondo de esta huida.
Otro factor
determinante es la desigualdad económica. Según el Censo federal, el ingreso familiar
promedio en Puerto Rico se redujo a $19,183, mientras que el ingreso promedio familiar más bajo en los estados
es de $37,479.
Reporta Noticel
que el porcentaje de hogares que recibe asistencia pública en Puerto Rico está notablemente
por encima del nivel nacional; 75 mil de nuestras familias son participantes
del Programa de Ayuda Temporal a Familias Necesitadas, mientras que 670,000
familias reciben beneficios del PAN.
Miles de
jóvenes con grados universitarios han tenido que abandonar la Isla por no
conseguir empleos proporcionales a su preparación académica: maestros,
enfermeras, ingenieros y médicos, entre otros profesionales. Nuestros
estudiantes y graduados acuden masivamente a las Ferias de Empleos, donde agencias federales y empresas privadas
vienen a reclutar para trabajos en los Estados.
Entre los años
2000 y 2010 aproximadamente 576,000 migraron fuera de Puerto Rico, lo que se
estima ha representado una pérdida de ingresos potenciales de aproximadamente
$3 mil millones. Según el Censo 2010 había en Puerto Rico 262,000 viviendas vacías, situación que
persiste e impacta el mercado y renta de viviendas.
Un hijo de
padre norteamericano resiente que su padre perdió múltiples beneficios cuando
se mudó a la Isla, mientras que la abuela de su esposa, naturalizada americana
residente en Miami, tiene todos los derechos como ciudadana. Sus derechos civiles se afectan por la única
razón de residir bajo un estatus colonial de “apartheid” político, segregación
ciudadana y déficit democrático.
En resumen, el
éxodo puertorriqueño obedece a la búsqueda de seguridad y progreso, plenas garantías
constitucionales y mejor calidad de vida en un estado-USA. Además, rechazan la
inferioridad, el desempleo y la desesperanza y la sed por igualdad de derechos
y oportunidades que les corresponde como ciudadanos americanos.
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