Los Caimanes del mismo caño en el PPD
Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su
sabiduría. Francis Bacon
No se trata de una frase zoológica o
ecológica ni de un nuevo programa de las canales por cable que se lucran con
los usos y costumbres de animales salvajes y peligrosos. En este caso, nos
referimos a una expresión más bien antropológica, sociológica, política, que
los Puertorriqueños decimos, y más ahora los del súbditos del PPD del siglo
XXI, utilizamos para referirnos a unos particulares especímenes de la realidad que
vive nuestra isla de Puerto Rico.
Estos caimanes del PPD liderado por
Alejandro García Padilla, además de formar parte de un mismo caño, torrente,
regato, río o pantano, tienen una idiosincrasia común, una manera de ser, de
actuar, de entenderse a sí mismos y a sus semejantes. Dicen que aman la
pobreza, pero se les ve nadando a sus anchas en aviones públicos y exclusivos,
recorriendo el mundo a expensas del erario público Boricua, duermen en hoteles
de alto standing y comen en restaurantes de tres estrellas, beben bueno y caro,
porque el ron y el Wiskis son recuerdo
tristes de un pasado de barricadas, piedras, cauchos quemados y fallidos intentos
de su mejor de dos mundo.
Son hablachentos, parecen más bien
guacamayos o loros reales con cola y escamas, se jactan de sus saberes, opinan
de todo y tienen por supuesto la última palabra. Nada les halaga más que la
adulación, el jalagalonismo, la candonga, el aplauso de sus focas aliadas por
momentos, a pesar de que no estén exentas de las mortales dentelladas de
nuestros saurios: ¡ORDENE! ¡ORDENE! es lo que más le gusta oír a estos
pretendidos demócratas dizque Populares.
Engullen, manducan todo lo que pueden,
devoran sin piedad las divisas, las reservas de nuestro presupuesto, las
instituciones del estado y privadas, las leyes, la justicia, la separación de
poderes, las relaciones con Estados Unidos , con países vecinos, los fondos Federales
o de cualquier naturaleza, Son dadivosos pa´fuera con los cafiches caimanes de
otros caños, pero pa´dentro con las escuálidas lagartijas, todo es escasez,
regulación, control, terminal de todo no hay chavo pa nosotros para ellos en
abundancia.
Son agresivos, pendencieros, bravucones y
fanfarrones, viven en continuada batalla, en guerras fantaseadas contra
enemigos inventados, les encanta mostrar los dientes y las garras especialmente
en cadenas televisivas o radiales pre
pagadas, están siempre dispuestos a insultar y ofender a quien sea,
especialmente si es paisa, gringo, Cubano, Dominicano, español o guyanés,
porque nada quieren con esos caños de otra índole.
A
Garcia Padilla Agapito y su gente siempre, portan un penacho rojo PPDh que los
distingue y diferencia, se declaran a sí mismos los nuevos próceres de la
Patria Boricua, es enfermiza su oportunista devoción por el Caimán Mayor, el
Supremo, que reposa en un caño especialmente construido para su eternidad
Alejandro García padilla .
Pero
en la Fortaleza les encanta un joropo, un son cubano, una salsa brava para
bailar con sus caimanes del PPD, la única canción a la que le temen es a la que
dice: Se va el caimán, se va el caimán…
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