CARTA ABIERTA AL SECRETARIO DE EDUCACION

Por Redacción de Radio El Faropr.com

En la Escuela Intermedia Lola Millán de Rio Grande, parece ser que tienen por norma y costumbre el maltratar a sus estudiantes. El pasado martes 15 de septiembre de 2015, un estudiante le pidió a un maestro de séptimo grado  que si lo podía dejar sentarse al frente, ya que este tiene problemas de visión.

Acto seguido ese maestro reaccionó molesto y comenzó a increpar a ese estudiante menor de edad con palabras indignantes y obscenas. Este maestro delante del resto del grupo de estudiantes, le dijo a ese estudiante que él NO lo iba a cambiar y que se fuera pa’l cara… pendejit… y que era un hijo de la gran. Entre otras palabritas humillantes que atentan contra la dignidad de un niño.

Dicen que este maestro que enseña Ingles, tiene un genio caliente y tal parece que no se pudo acoger al retiro a tiempo y ya a estas alturas del juego esta amargado y carece del temperamento y la paciencia  que debe tener un maestro para poder bregar con niños. Ante los reclamos de la Madre del estudiante que va a darle cuentas a la Directora de la escuela y a querellarse de este maestro, el intentó negar los hechos, pero luego termino aceptando los mismos, dando de esas disculpas que se dan con las muelas de atrás.

La madre del estudiante, no está conforme con esto debido a que la Directora de esa escuela estaba tratando este asunto de una manera indiferente al estar extrapolando los hechos para proteger a ese maestro mal tratante de niños. La madre del estudiante y menor de edad se propone ir a querellarse a la Oficina del Superintendente Local, para evitar que otros padres y estudiantes, tengan que pasar por ese trago amargo y atropello. En este caso pudiera haberse configurado un delito con un menor de edad en el que también debería ser investigado por el Departamento de la Familia.

Este señor que no debe ser llamado “maestro” le hace un flaco servicio a esa profesión que sabemos es una mal paga y sacrificada y que está en pie de lucha para vindicar sus derechos. Si ya el tiempo le pesa mucho a este señor, que se retire y desahogue y canalice su ira de otra forma y no con los niños que debe proteger y aleccionar con buenos ejemplos. Este maestro trato de justificar sus malas acciones alegando ser víctima  de algunos estudiantes y que le han vaciado las gomas de su vehículo y hasta le han proferido de palabras obscenas. Comprendemos que hoy en día el rol de ser maestro NO es tarea fácil, pero un maestro debe tener unos niveles de tolerancia y unos criterios que NO lo lleven a cometer el desquite o acto consumado de opresión alguna contra los menores que han NO tenido que ver en el pasado con tales alegaciones, solo para tratar de justificar su conducta.

 Que recuerde que él tiene como maestro el deber patriótico y moral de impartir el pan de la enseñanza y no  patrocinar con conductas torcidas la violencia verbal en las aulas del estado. NO necesitamos más violencia verbal o física en nuestras escuelas y mucho menos en nuestras calles ya saturadas de la misma. La conducta de este maestro da a demostrar que tiene grandes problemas, ya que no puede controlar su impulsividad y su inteligencia emocional, actuando con irrespeto, desequilibrio y desenfreno verbal contra sus estudiantes.

Por este medio solicitamos y emplazamos públicamente  al Secretario de Educación, para que inicie una investigación en esa escuela que NO cuenta con Secretaria, Trabajador Social u otro personal docente de apoyo. Todo esto afecta adversamente los servicios y el nivel de educación que se deben brindar a nuestros niños, para crear buenos y útiles ciudadanos en este País. Recordamos que esa es la prioridad y es el deber constitucional de ese departamento, NO la de fomentar y crearle traumas psicológicos  a nuestros niños desde su niñez. Daremos seguimiento a este asunto para que el mismo sea resuelto y no pase desapercibido, porque sabemos que en este País, entre bomberos, nunca se  se quieren pisar la manguera. Por el momento no vamos a divulgar los nombres de los implicados, tratándose el caso de que hay envuelto un menor de edad.