ALBERTO BACO BAGUE UNA TRAGEDIA NACIONAL
Por Redacción de radio El
Faropr.com
Es asqueante el proseguir
soportando y viendo a un títere como Alberto Baco Bague, el dirigirse a los
puertorriqueños en un tono despectivo que solo demuestra arrogancia y altivez.
Durante tres años este País ha tenido que soportar las continuas mentiras de
este mitómano natural y de marca mayor, que solo se ha dedicado a tratar de pasarnos
pase con fichas, como si fuéramos una tribu de salvajes e incultos mocoyonbis.
Este tipo, le ha faltado el
respeto a este País con su pedantería y la altanería con la cual se proyecta,
al creerse ser omnipotente y tener el derecho a ofendernos y tildarnos de
mediocres al llamarnos “loosers” en una entrevista. En este país, siempre habla
quien menos puede, porque este guaynabito elitista y clasista, ni tan siquiera
puede hablar con fluidez y una acentuación propia el idioma inglés. El tipo NO
podría ni besarle los pies a muchos “mediocres y “loosers” que hay por ahí y
que no son Abogados, ni CPA como él, pero hablan un mejor ingles que el tipo.
NO hay que ir muy lejos a
buscar a Donald Trump, pues ya tenemos
nuestra propia versión puertorriqueña y a un espécimen de la misma calaña,
suelto por ahí despotricando en contra de los puertorriqueños. Es por gente
como está que se dedica de día a día a destruir la dignidad y la autoestima de
los puertorriqueños como un servil
mayordomo de esta maldita colonia que él representa.
Si hubiera un poco de
vergüenza en este gobierno, a este facineroso se le debiera pedir la renuncia,
al estilo como lo hacia el Gobernador Muñoz Marín, “Te pido y te acepto, tu renuncia”, pero el
gran problema con esta administración es que no hay vergüenza, ni hay quien la
pueda poner y por eso andan todos estos jefes de agencias como los cabros
sueltos y sin ley porque ellos saben que sus días ya están contados y ellos
serán los próximos “loosers” que nos habremos de liberar en este País.
Tenemos a un Gobernador que
dice que no se puede cambiar de avión a mitad de vuelo, pero lo que no sabe es
que ese avión NO le bajara el tren de aterrizaje, cuando empiece a descender de
los 37,000 pies de altura en que se encuentra volando a velocidad de crucero.
La tragedia de un aterrizaje forzoso, es crónica de una muerte anunciada para
el PPDeath que tarde o temprano tendrá que enfrentar al País, que le pasara la
factura por todos los agravios y abusos que ha cometido esta funesta administración
de gobierno, la más mala y pésima que jamás haya pasado, solo comparable a un
devastador de un Huracán Categoría VIII. El personal de emergencia del
aeropuerto ya está en alerta y listo para recoger los cadáveres de este inevitable desastre aéreo que habrá
de ocurrir y que marcara la historia de este País.
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