LAS AVENTURAS DE LA SUPER CHICA CLAIROL
Por Redacción de Radio El Faropr.com
Nos informa nuestra buena gente de la Barra del
Caneco, que ahora que el dueño de la Cantina se fue de gira, la Sub-Directora
empezó su actuación de ‘Súper Chica”. La
custodia del Campo de Concentración es nada menos que la Vice-Alcaldesa Isamí
Ayala. Ella solo da un caretazo en la mañana cuando viene de su residencia por
la Ruta 66. Ella llega y Súper-Chica está ahí, como si esa fuera su
acostumbrada asistencia en los tiempos del Caneco. Mire Ayala, nos dicen los
amigos que esa “Señorita” tiene un patrón de tardanzas y cuestionables
ausencias que bien la privarían de acumular días de vacaciones. Su asistencia
en sistema nos reiteran las aliadas de recursos humanos es una ejemplar. ¿Cómo
carajo es posible tal cosa? Recientemente nos dicen que tuvo fuera porque
estuvo en Ponce tomando un entrenamiento en seguridad ocupacional. Esta
profesional de pacotilla esta tanta veces en la calle velando por la seguridad
del personal de Caneco, como pelos rubios de verdad tiene en su gorupa. ¿Cuál
es el truco con la Chica Clairol? ¿Por qué la Mini-Mini Isamí Ayala, que con
tantas piedras se da en el pecho de que a ella no la tima nadie, se deja meter
esa guayaba de la “Súper- Chica” de obras públicas.
Mire, pregúntele a cualquiera de los obreros con
antigüedad, si la Chica es súper como se pinta. Entrevístela o llévela a donde
están las brigadas y prueba sus súper poderes. Pregúntele a la agrónoma, al
personal administrativo, al ingeniero y a los capataces. No se va a atrever,
porque así es esta administración de perpetuar lo mediocre pero sometido. Esa es la Sodoma y Gomorra del magnánimo
Principito. Que sepa el trompetista de la vecindad, que los obreros van a dar
pasos afirmativos para denunciar todos los abusos del
Caneco como el castigo de
ASA por no presentarse el día de la tormenta.
¡Eso es un abuso! ¡El canalla no siguió el protocolo! Pregúntele
a su Primera Dama, ¿cuál es el protocolo? El incompetente no dio ni instruyo al
personal a presentarse o estar “On Call”. Ahora dicen los obreros que Chona La
Puerca Asesina, la encargada de las hojas de tiempo, puso una hoja para que
todos supieran la medida administrativa a la que serían sometidos. Y en todo
este revolú, Súper-Chica ni fu, ni fa. Ella tiene su traqueteo en control.
Cuando sale, cita a su primer monigote a que le lleve la leche y el pan. Lo
despacha y a la hora llega otro ton tejo a lavarle el auto. Y todos gozan de
sus beneficios marginales de ser de los nenes buenos de obras públicas. Cuando
se le forme un revolú con sus ton tejos encuerna’os, peleando por un mechón de
pelo rubio sintético y corra la sangre, ahí se acaban las aventuras de Súper-Chica.
Quedará la cara de la verdad, la de una muela que siendo ingeniera, no ejerce
su profesión porque es mediocre. ¡Por eso la tiene Caneco, porque no ve en ella
una amenaza! La mediocridad ya se ve en la calle, en los jardines millonarios,
en la falta de mantenimiento de las facilidades. La gente que sabía, los que
tenían la experiencia ya no están para realizar un trabajo por la vocación de
mantener su pueblo bonito. Los que quedan y son lo mejor de obras públicas, ya
no aguantan los abusos, las evaluaciones de revanchismo, y no ven la hora de
irse o que saquen al Caneco, a Súper Chica y sus alicates, como funda de estiércol.
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