RECETA ANTE LA CRISIS DE PUERTO RICO
Por José Cheo Cruz
Cuando un
país entra en una crisis Terminal y todos sus indicadores sociales, morales,
políticos y económicos están en caída libre como esta Puerto Rico en la
actualidad, se hace indispensable convocar
a los miembros responsables de la sociedad de todos los sectores no de un
partido, ni de un grupo para que inicien un proceso de reconstrucción de las
instituciones y dar paso a un proceso gradual de adecentamiento de los diversos
vínculos de Puerto Rico como colectividad.
No hacerlo
oportunamente, y de manera pacífica e inteligente, no como ahora que Alejandro
García Padilla anda a Dios rogando y con el mazo dando eso puede tener efectos
catastróficos, porque llevaría no sólo a un estado de anomia generalizado, sino
a un estallido social cosa que en Puerto Rico ya se traduce en el abandono de
nuestra gente para otros lares, y que puede derrumbar los pocos cimientos sanos
que, aunque maltrechos, aún existen.
En
circunstancias como las descritas se requiere un alto nivel de solidaridad y
una alta capacidad de tolerancia para poder crear unas bases sólidas que
faciliten crear, prácticamente desde cero, todas las instituciones del Estado y
depurar las organizaciones políticas y sociales que hayan sido minadas por la
delincuencia y la corrupción cosa que no la pueden hacer los personeros de los
partidos porque casi todos son corruptos y no piensan en el bien común sino en
el individual, no tiene vocación de servirle a todo el pueblo..
En el
mundo eso ya ocurrió en el pasado después de la caída del muro de Berlín
sobrevino la vaporización del totalitarismo soviético y el renacer de naciones
subyugadas, que poco a poco fueron creando nuevos estados independientes y
fundamentalmente democráticos.
Crisis que
parecían terminales las hubo también en nuestra región y se pudieron superar,
en algunos casos de manera traumática, pero hoy puede decirse que la inmensa
mayoría -salvo contadas excepciones- de los países latinoamericanos, han
logrado crear regímenes democráticos basados en la división de poderes y el
respeto a la ley cosa muy difícil de lograr si no se cambia radicalmente la
mente de los que gobiernan a Puerto Rico.
Lo único
que no pueden permitirse en Puerto Rico hoy dia es perseverar y seguir con los errores en los
que hemos caído que nos ha costado la
descomposición de todas las instituciones publicas y privadas, hasta las
iglesias se han corrompidos con falsos pastores.
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