DEFENDAMOS A J. FONSECA Y LA LIBERTAD DE PRENSA
Por José
Cheo Cruz
Los atasques virulentos
de parte de Thomas Rivera Schatz y sus secuaces de la corruptela que vivimos
hoy día en Puerto Rico, contra dos
periodistas investigativos como J. Fonseca y su compañera Ivette Sosa de
Telemundo, este caso no es más que un acto bochornoso y una forma de creerse
vacas sagradas que atenta contra la libertad de expresión y es un acto
inconstitucional , y al igual que varios otros líderes políticos, alcaldes
corruptos usan la persecución , la mansilla personal a periodistas cuando le
sacan sus inconductas a la luz pública cuando Thomas Rivera schatz ha defendido
a cuanto corrupto a aparecido, porque aquí si no son los Federales nadie descubre
nada, el estado, entiéndase el Departamento de Justicias, el FEI ni Ética
gubernamental nada hacen contra la corrupción, no protegen sus testigo ni
colaboradores y solo hacen aguajes y súmele
que tenemos una caterva de jueces que solo les importa sus posiciones, respaldan
a los corruptos y van contra los que denunciamos sus actos, esa es la historia
del Puerto Rico de Hoy..
Pese a que en Puerto
Rico debe predominar, en sentido general, un clima de respeto a la libertad de
prensa, a la libertad de expresión siempre los jueces le hacen el coro a los líderes
que los nombran protegiendo sus posiciones, sus bolsillos y su comida y al
pueblo que se lo lleve el diablo, no cabe duda que se hacen patentes actitudes
que manchan, ensombrecen o ponen en entredicho esta ganancia de la democracia ahí
no son estadistas na’ porque Estados Unidos ha residenciado y metido a la cárceles
a presidentes, Legisladores y Gobernadores.
Aun cuando no hay políticas de Estado ni leyes expresamente dirigidas
a limitar, poner cortapisas o censuras previas al trabajo de los medios de
comunicación, los periodistas no están exentos de riesgos y daños directos en
el cotidiano ejercicio de su deber, las amenazas sacando y escarbando como el
caso contra J Fonseca, que Allegados al alcalde de
Guaynabo, Héctor O’Neill, contrataron a investigadores privados para que
investigaran a la periodista de Telenoticias Ivette Sosa. De hecho, tienen
investigadores que actualmente siguen a Sosa y también a Jay Fonseca. donde los lambe ojos de
programas faranduleros responden a la paga por debajo de la mesa que le dan los
corruptos de este país, Como Dando Candela y Eliecer Ramos que fue empleado del
PNP en la Cámara de Representante y es un bochorno al periodismo serio de este país.
Hay gente que se cree con derecho para atropellar o “negrear” a
los periodistas porque los ven como unos intrusos o necios, ya que en la
búsqueda de la noticia estos despliegan todas sus capacidades para lograr una
entrevista o una buena gráfica o video de algún evento que luego reportan a
toda la sociedad.
Así se comportan los reporteros en todo el mundo. Sus formas e insistencias en
obtener la noticia enfadan a muchos que llegan al extremo de bloquearlos,
agredirlos verbal y físicamente y hasta despojarlos de sus equipos, acusándolo y
buscando leyes de asecho ignorando que la
misión y responsabilidad del periodista serio no el amarillista no les deja
otros caminos que sacar a flote la verdad, cual que sea la circunstancia y no importándole
quien o quienes estén envuelto su única misión ha sido la de defender al pueblo
y eso es lo que venimos haciendo al igual que J Fonseca.
Año tras año, en los balances que hace la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) sobre el estado de la libertad de prensa en puerto
Rico y Latino América, estos episodios de agresión figuran como recurrentes, lo
que indica que aún persisten formas de irrespeto y de intolerancia a la labor
del periodista en Puerto Rico.
Mayormente ocurre con los lambe ojos buscones de funcionarios o
políticos, que extreman el celo de su vigilancia y llegan a ejercer injustificada
violencia física y verbal contra periodistas y reporteros pacíficos, bien
conocidos en el medio, solo para que sus jefes vean que están fajados en su
tarea de protección y justificar lo que se roban del erario público.
Lo penoso es que tales actos quedan impunes constituyéndose en
un incentivo a la reincidencia y que tengamos jueces que pretendan ignorar la
primera enmienda de la Constitución Federal, la libertad de prensa y el derecho
libre a discernir.
Sin embargo, esos espalderos no actúan de igual forma cuando los
jefes se mueven entre la gente común y corriente de los barrios o los campos
buscando votos, abrazando pobres o entregando dádivas, donde sí es posible que
los riesgos a su integridad sean mayores que cuando lidien frente a los
periodistas, sometiéndose al ineludible deber de rendir cuentas de sus actos a
la sociedad.
Los periodistas son profesionales que representan el ejercicio y
la garantía de una libertad tan sagrada como la de la información y por tanto
merecen ser respetados en su dignidad y en su propia condición de ciudadanos,
un tanto privilegiados porque la sociedad los tiene como sus interlocutores
frente al poder avasallante como el que despliega Thomas Rivera Schatz el nuevo
dictadorcito Fascista de Puerto Rico, que ha respaldado a todos los corruptos
en los últimos 12 años de la vida política de Puerto Rico.
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