EL CACIQUISMO POLITICO
José Cheo Cruz
Hemos visto como varios alcaldes, han caído en
los entramados del poder para terminar convirtiéndose en sátiros, acosadores y
depredadores sexuales de sus empleadas. El caso del alcalde, Héctor O’ Neill,
ya se venía venir y era de esperarse. Siempre hemos dicho que el poder corrompe
el alma y el espíritu de los hombres imperfectos y pecaminosos que no ejercen
control en sus emociones y caen en esa conducta torcida y aberrante.
Hemos dicho que el caciquismo político en este
País, debe limitarse porque la continuidad en el quehacer público es una de las
causas que abona a que estos alcaldes que revalidan repetitivamente, lleguen a
pensar en su mente, que son Inmortales y Omnipotentes como los Dioses del
Olimpo.
En sus mentes maquiavélicas y psicópatas ellos
piensan y tienen la falsa creencia de que les asiste toda la impunidad del
mundo a la hora de responder por sus fechorías. Ellos piensan que pueden seguir
por ahí como los chivos sin ley sin rendir cuentas por sus acciones. El poder
mal usado también ciega, embriaga y hace que estos personajes siniestros y de
doble vida, se crean que están por encima de la ley y que no hay quien tenga la
potestad de enfrentarlos y detenerlos.
Es altamente bochornoso el que de primera
instancia toda una señora secretaria de justicia, haya pretendido despachar
este asunto con una óptica política, amparándose en unos tecnicismos legales,
que ella sabe perfectamente que son unos soberanos subterfugios. Esta fue la misma que fue a la fortaleza a llorar
con lágrimas de cocodrilo, para que no le bajaran el presupuesto de su agencia,
cuando era la procuradora que debía defender los derechos de la mujer.
Si por esta señora secretaria de justicia fuera,
Héctor O’ Neill, ahora mismo estaría muerto de la risa y haciendo alardes de su
poder supremo, como lleva años haciéndolo en sus andanzas, junto con su “amigo
del alma” Thomas Rivera Schatz.
El gobernador Ricardo “Rickie” Roselló, fue
diligente y actuó correcta y muy responsablemente al requerirle a esta señora
que en este caso muy lamentablemente salió con el pie izquierdo, cumpliera con
su deber ministerial y se emprendiera una investigación por el departamento de
justicia contra el alcalde O’Neill, aparte de solicitarle en el plano oficial y
personal la renuncia como alcalde y la destitución de todos sus cargos
políticos.
Da mucha pena que en esta la “Semana de la
Mujer” en este País, tengamos que estar hablando de estas inmundicias donde las
mujeres son víctimas del vil y cobardes maltratos de acosos sexual por parte de
sus empleadores. Un hecho innegable es que en el pasado ha habido precedentes
con otros alcaldes que han incurrido en una conducta similar y actualmente
están extinguiendo condenas impuestas.
Es tiempo que la legislatura de este País, haga
algo positivo y limite los cargos públicos a no más de ocho (8) años, para que
el continuismo no les nuble el entendimiento a esos alcaldes facinerosos que
hay por ahí, creyendo que son dueños y señores de los pueblos que depositaron
su confianza en ellos. El gran problema es que la legislatura opera como una
cofradía secreta, donde se legisla a favor de los políticos de turno y ellos
nunca harán una ley que los pueda acorralar a ellos mismos y en eso todos ellos
concurren y se protegen al máximo. Habrá muchos más O’Neill de la vida
campeando por su respeto por ahí, gracias a nuestros legisladores que son los
que establecen la política pública y el estado de derecho con las leyes
defectuosas que adrede pujan y evacuan.
Otros municipios de este País, esta práctica es
la orden del día no solamente con los alcaldes, sino también con funcionarios
municipales que abusan de su poder para cometer todo tipo de fechorías, sin ser
castigados por la protección que les brindan esos propios alcaldes con sus
andamiajes judiciales y escudos políticos. A esos alcaldes, les caen bien el
refrán: “cuando vean las barbas de sus vecinos arder, pongan las suyas en
remojo, porque cualquiera resbala y cae”. Hay otros municipios donde se
mantienen empleados y funcionarios de un pasado negro y de moral distraída que
han tenido casos similares y/o peores que el del alcalde O’Neill, pero nadie
dice, ni esta boca es mía y se dedican a mirar para el lado como, si nada.
En esta área este hay otros municipios donde hay
empleados municipales que se creen que no deben velar por lo que hacen en su
vida privada y creen que pueden hacer lo que les venga en ganas y que no están
bajo el crisol del ojo público sobre cómo deben comportarse en la calle.
Ustedes son testigos de toda la burda patraña
montada por el alcalde O’Neill para tratar de pasar de victimario a víctima.
Montando todo un aparataje por televisión y todos los medios habidos y por
haber para declarar su inocencia y tratar de extrapolar los hechos a su favor
con la ayuda de un renombrado criminalista. También han sido testigos de una
declaración falsificada de su faz, sometida por un abogado donde trataron de
revertir y tergiversar los hechos, pero el truco no les salió. El alcalde
O’Neill, ha hecho como el pulpo cuando se ve amenazado que riega tinta para
tratar de cegar y escapar para salir de este gran chichón.
En este caso hay que investigar los acuerdos
adoptados entre las partes y de donde se habrán de provenir los recursos
económicos para resarcir los daños a la víctima.
Hay que acabar de una vez por todas del
caciquismo de estos facinerosos y malandros que se perpetúan en el poder de un
sistema gubernamental podrido que está diseñado para dar impunidad al ofensor
político que tiene brazo largo que acomete y que violenta festinada e
impunemente las leyes de este País. #Seguimos de pie al cañón.
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