LA DEMOCRACIA QUE SE PIERDE EN PUERTO RICO
Por José Cheo
Cruz
En una democracia en la que realmente
exista una separación de poderes, un Estado de Derecho, seguridad jurídica,
verdadero respeto a las instituciones, no deberían ser necesarias las declaraciones
de funcionarios del gobierno rechazando una posible (e improbable) indagatoria
al poder ejecutivo y ni usar los Tribunales banales de injusticias, vendidos por politiquería, porque son jueces
politiqueros que responden a quienes los nombran y no al pueblo y tampoco debe
haber intromisión del ejecutivo en el poder judicial y menos Puerto Rico que
somos parte de la Gran nación Americana.
Por lo que la separación de poderes
vale aquí y en cualquier otro país del mundo moderno, pero no la aplican es
pura filfa, pura demagogia y falsedad.
Con sus presiones, con falsas
acusaciones para encubrir sus inconductas delictivas y corruptas y que jueces
le hagan el juego por ser politiqueros descarados, los funcionarios
municipales, alcaldes legisladores y cuanto alcahuete exista , dan la razón de
lo que decimos de que la justicia no existe,
por lo que vemos hace mucho
tiempo una Justicia Puertorriqueña sometida al poder Ejecutivo o Legislativo y sumisa con dos varas, una vara
larga para ellos los ladrones corruptos políticos y una corta para el pobre del
pueblo. En cualquier democracia, el jefe del Ejecutivo puede y debe responder a
las investigaciones de la Justicia si ésta llevara hasta su puerta alguna
pregunta. Y ninguno de los otros dos poderes pueden renunciar a su función o
mandato sin crear una crisis todavía mayor que la que pretendan disimular
cuando los funcionarios usan la justicia para justificar sus actos de corrupción
o de moral como el caso que nos asiste en estos días.
Una dictadura no es necesariamente
militar ni nace siempre de un golpe de Estado. Una dictadura es una Justicia
controlada y un Parlamento inútil, tres poderes bajo un solo mando, un poder
ilimitado sin fiscalización ni controles de oposición. Ni siquiera tiene que
ser violenta para ser una dictadura y sin duda es lo que tenemos hoy en Puerto
Rico. con jueces vendidos banales, porque son militantes que responden a un
partido y sin recato alguno
Pero si un derecho legítimo en una
situación extraordinaria es considerado un “intento de desestabilización “es
que los poderes no son tan independientes o los funcionarios se pasan de
sabrosos. Y de listos.
Vemos
como Los alcaldes son vacas sagradas inmorales y corruptos y Thomas Rivera
Schatz el mete miedo que se cree puede seguir auspiciando todo lo malo que
existe ha defendido todo lo que es acto de corrupción en Puerto Rico desde hace
ya mucho tiempo y no se sonrojan ni nadie lo para, ¡Basta Ya Puerto Rico!.
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