PUERTO RICO UN PUEBLO ASEDIADO Y ABRUMADO
Por José Cheo Cruz
Por Este Pueblo ya tiene cerca de unos años de
coloniaje y su principal problema es ese estatus colonial. Políticos
inescrupulosos de las tres vertientes ideológicas (PPD-PNP Y PIP) han estado
durante décadas induciéndonos a sueños y a metas irrealizables que ahora se han
convertidos en las grandes falacias y pesadillas que estamos pasando. Ni el
E.L.A., ni la Estadidad, ni la Independencia nunca fueron unas opciones viables.
Ahora tenemos un Pueblo dividido en unas luchas fratricidas
y de ideologías dogmáticas, producto del “brain wash” de cada cual tratando de
tirar para su lado e intentando imponer su criterio. Este Pueblo esta abrumado
y vive en confusión y lo triste del caso es que todavía hay rezagos de gentes
que NO les avergüenza el seguir haciendo una férrea defensa sobre las
actuaciones de sus jefes e ídolos políticos que han jodido a este País.
Vemos como la soberbia y la altivez de esos
Senadores y Representantes que andan por ahí como unos pavos reales, nos miran
por encima del hombro. Ellos caminan con una escolta de tres o cuatro guaguas
negras, solo para llamar su atención y así alimentarse su ego y su estatus
social. Bajo las sombras de la noche muchos de esos nebulosos y de doble vida
delincuencial, legislan con temeridad y arremeten contra el Pueblo con toda una
caravana de nuevos impuestos. Ya las elecciones pasaron y otro ahora es el
cantar. La consigna es que hay que
castigar al Pueblo, a quien más, porque a los que nos llevaron a este desastre
y a esta crisis hay que darle impunidad total y protegerlos. Por eso fue que, a
Melba Acosta, Alberto Bacó y toda aquella caterva de facinerosos que integraban
el inepto y desastroso equipo económico de la pasada administración, le concedieron
una supuesta inmunidad para ocultar sus traqueteos y fechorías.
El PPD y el PNP son dos limones del mismo palo y
NO hay diferencia entre el estilo de cada uno de ellos gobernar la cosa pública
y sobre todo el País que se nos cae encima en pedazos. Todos ellos viven como
crápulas y su único deseo es mantenerse con esas falsas doctrinas de arrimaos a
la teta publica con grandes y suntuosos contratos, mientras a los trabajadores
y al Pueblo les hacen la vida imposible. A este País, se lo come la corrupción
y la jaibería de unos pocos que han vivido toda la vida de la ignorancia de
muchos del Pueblo que aún no han madurado y otros que se han desprendido de sus
valores y su dignidad. Es por eso como estamos y hacia dónde vamos. Han vivido
toda su vida bajo una catarsis hipnótica pendientes a las dadivas y buscado el
“fast break” como pedigüeños con las manos extendidas, buscando que los impíos
y mercaderes modernos del templo busquen como llenarles el buche. NO hay que
ser Ingeniero Aeroespacial, para saber a estas alturas del juego que los Norte
Americanos no nos quieren y no están en la obligación de asumir la responsabilidad
y la gran carga de un País de 3.5 millones de mulatos caribeños, que ésta
quebrado por la incapacidad, el desorden y la indisciplina fiscal.
Ya en este País, se han dado los primeros
indicios de que va a estallar una crisis humanitaria de grandes proporciones
donde la protesta va a pasar a la agresión física con incidentes y tragedias
que no van tener que envidiarle nada a la crisis actual que vive nuestro País
hermano Venezuela. La gasolina esta regada en el piso, es cuestión de a quien
se le caiga primero el cerillo o el fosforo. Ya no habrá Paz y Tranquilidad en
este País, que ha sido quebrantada por nuestros corruptos políticos que se
tapan unos a los otros y nadie quiere asumir la responsabilidad de los delitos
económicos y crímenes cometidos. Si fuéramos a contar aquellos pacientes de
enfermedades catastróficas que murieron por falta de una intervención médica a
tiempo. Esas muertes ocurrieron porque el dinero que pudo haberles salvado la
vida se despilfarro y se disemino en otras obras faraónicas que eran más
importantes, solo para llenarle los ojos al Pueblo y por otra parte los bolsillos
a los “amigos del alma”.
Comentarios
Publicar un comentario