MERECEN ACUSACIONES A TODOS POR IGUAL.
Por José Cheo Cruz
La corrupción y la
impunidad en Puerto Rico es, quizás, tan vieja como la isla misma y comenzó
ciertamente en los gobiernos de la Colonia poco tiempo después del
Descubrimiento. Nadie medianamente conocedor de la historia puede negar eso.
Pero de un tiempo a esta
parte se ha desatado en el país, principalmente en las redes sociales, una
especie de guerra sin cuartel contra políticos y empresarios, contra
funcionarios y hasta contra amigos y familiares de los mismos porque ya nadie
soporta tanta corrupción.
Hay quienes dicen que
detrás de todo eso hay extorsión y chantaje, y negros y muy feos sentimientos
que atormentan las almas de envidiosos de la suerte ajena y de políticos
derrotados que no han podido asimilar su derrota y que hoy viven bien con
contratos de un gobierno quebrado como el semillero de derrotados que tiene
Thomas Rivera Schatz el bocón de la corrupción y la mancuerna y lo siguen resquebrajando.
Hay, por ejemplo,
quienes aseguran que todos los males de Puerto Rico son culpa de los
industriales que allí han invertido tiempo y dinero creando empleos y
beneficios directos e indirectos, y eso es incierto porque cada día le aplican más
impuesto al pobre y el rico se lo bajan, dándole exenciones contributivas.
Como es incierto que
todos los políticos o funcionarios de este y de todos los gobiernos que hemos
tenido a la fecha son corruptos y se han enriquecido en su paso por el poder como
cuando el hombre del chaquetón verde el avión de Bromón los contratos de Víctor
Fajardo en Educación y que heredo una pensión de $10,000 al mes.
Aquí nos conocemos
todos, y conocemos las historias, y los desgobiernos que ahora quieren ser
mejores que todos los otros, y la impunidad como medio de subsistir como Eric
Rivera Correa que caímos en el pesca’o de la Palma de nuevo, tropezamos de
nuevo con la misma piedra, para no mencionar otras, y nadie habla del pasado,
ni siquiera del más reciente, eso obedece a maldad, a negras aspiraciones, a
poco respeto por el trabajo y la honra de los demás al pueblo que se fastidie
su consigna.
Un día llegará en que
nadie en Puerto Rico quiera ser político, ni gobernador, ni empresarios ni
funcionarios, porque nadie está en disposición de ser presentado ante el mundo,
y lo que es peor sus hijos y su familia como ladrones, y ahí será posible
entonces que lo peor de una sociedad en autodestrucción venga a ser dirigida
por quienes menos capacidad y calidad moral tienen y será culpa de esta carrera
loca que llevamos cuestionando y acusando a todos los que tienen todavía el
deseo de trabajar por el país y su futuro que son muy pocos sin duda porque
casi todos roban y son corruptos en Puerto Rico azules, rojos, verdes y
descoloridos también.
Y otra negra noche de
treinta y un años nos espere a la vuelta de la esquina y no nos queden lágrimas
para llorar y añorar lo que parece queremos tirar por la borda de la
irracionalidad hay que pararlo en seco cero tolerancia a la corrupción y a los
corruptos porque su naturaleza es robar vivir del cuento y son muchos los hijos
del muerto sino la mayoría.
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