EL LADO OBSCURO DE CAROLINA
PARTE I
Por José Cheo Cruz
Mas allá de lo que se pueda percibir de la
imagen pública que se proyecta de lo que ocurre en el municipio de Carolina,
allí en ese lugar han ocurrido y ocurren muchas cosas que nunca trascienden a
la luz pública. Cuando el extinto alcalde José E. Aponte de la Torre, era el
primer ejecutivo municipal allí ocurrían toda clase de escándalos que ellos tenían
muy hábilmente controlados por todo lo bajo del radar. Sus estrechas relaciones
con medios de la prensa que actuaban como filtros, que no permitían el que se
divulgaran o trascendieran ante la opinión pública los asuntos que fueran
contrarios a sus intereses. Todavía eso se lleva a cabo con programas de radio
y entrevistas de encargo que son solo para realzar su imagen y manipular a la
opinión pública.
Para eso tenían y tienen montado una oficina de
Prensa y Comunicaciones con robustos recursos económicos asignados para esa
gestión de control y manipulación de daños. Esto es sin mencionar los jugosos
contratos externos de comunicadores, asesores legales y la vinculación e
influencias políticas de algunos Tribunales y estamentos gubernamentales que
forman un escudo de defensa. Así las cosas, es que se ha mantenido por 33 años
el régimen Apontista que controla a Carolina como una dinastía y que forma
parte de un patrimonio privado que se han perpetuado en el poder como si ello
se tratase de una sociedad de bienes gananciales que se hereda.
En el municipio de Carolina, se han cometido
todo tipo de atrocidades, contra sus empleados, muy especialmente aquellos que
han luchado por sus derechos y se han defendido contra los abusos y
humillaciones de que han sido víctimas. La lista de ejecuciones de empleados a
quienes se les ha fabricado casos para despedirlos y hacerlos renunciar es sumamente
extensa. A todos ellos la administración municipal y las hordas de fanáticos y
miembros del comité político municipal los han declarado como disidentes y
subversivos.
Esas personas en su estado permanente de
embriaguez por el poder, nunca han podido interiorizar que el poder se hizo
para servir y no para ser servido. Ellos entienden allí en sus mundos y en sus
mentes fermentadas que los empleados les pertenecen y que son guiñapos y
recursos reemplazables que pueden hacer con ellos los que abusivamente les
plazca. Nunca comprenderán que un empleado solamente tiene un contrato donde
pone a disposición sus capacidades y destrezas en favor de la empresa para la
cual labora. Eso de ninguna manera quiere decir que el empleado le haya cedido
el derecho propietario del alma, la dignidad y el respeto para utilizarlo en
cosas sucias como encubrir delitos y cometer fechorías. Allí hay algunas
batatas expiradas que no se ganarían los sueldazos que se ganan, ni durarían
cinco minutos en una empresa privada.
Como cuestión de hechos, una de las estrategias
que más se utilizaban en ese municipio era el reclutar auditores de la Oficina
del Contralor para así tener el control absoluto de poder refinar y manipular
los informes y hallazgos encontrados en las auditorias. Basta con señalar que allí habian entre siete
a diez ex auditores trabajando en la oficina de auditoria interna y en otras
dependencias claves. Prueba fehaciente es el hecho de que un exdirector de la
oficina de auditorías a municipios de la oficina del contralor, era un firme
defensor y protector del régimen Apontista.
Ese individuo había sido premiado por el régimen
Apontista a una candidatura como alcalde de un municipio cercano a Carolina.
Siendo alcalde el mismo, fue arrestado por el FBI y convicto por actos
contrarios a la ley por Soborno, Tentativa de Extorsión y Obstrucción a la
Justicia, por las autoridades. En reconocimiento a sus “ejecutorias” ese mismo alcalde había sido el director del CRIM,
recomendado por la Asociación de Alcaldes del PPD, organismo estrechamente
vinculado al régimen Apontista. Así es que se cocina y se cocinaba la
corrupción en este País lleno de truqueros y nebulosos por doquier. -Continuara-
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