LA PRENSA COLONIALISTA Y SUS LACAYOS

Por José Cheo Cruz

Si bien es cierto que el lío ese de la guagua blindada de Fortaleza, ha cobrado notoriedad por el alto costo de $245,000.00 dólares, considerando que eso es un gasto exorbitante y superfluo que no se justifica en tiempos de crisis. Las huestes del periodismo de los fotuteros y bocinas de la prensa colonial del PPD se han puesto las botas y han hecho su “field day” con esto.  Para que quede alto y claro, bajo ningún concepto, aprobamos el que La Fortaleza, haya cometido ese tipo de aberración de marca mayor y eso lo condenamos.

Los populetes que hoy celebran por todo lo alto que esto haya ocurrido, deben también saber que dónde las dan las toman. Todos esos relacionistas del PPD, que se han infiltrados como periodistas al servicio de la prensa colonial y que actúan como guacamayos amaestrados, deben saber que el PPD, está impedido por sus propios actos de querer capitalizar esta situación para extrapolarla políticamente.

En primer lugar, ya todos ellos se olvidaron del rico empresario de nombre Ernesto De Gregorio, (ECOLIFT) quién ha sido acusado de defraudar al gobierno por unos $7,704, 000.00 millones de dólares, por la venta y compra de una ambulancia aérea que ahora no puede volar, ni ser utilizada para lo que se adquirió para salvar vidas. Tampoco ellos mencionan nada sobre la compra de una flota de cuatro (4) helicópteros a un costo de $34,000,000.00 millones de dólares, para la policía de Puerto Rico. Ese equipo que le fue comprado por la ASG en 2013, bajo la administración de Alejandro García Padilla, a esa misma firma (ECOLIFT).  Ahora esos equipos confrontan serios problemas mecánicos que no les permite prestar los servicios para los cuales fueron comprados y dificultan la gestión de la Policía.

En este asunto, se ha cometido una estafa y un fraude que ronda los $41,704,636.00, millones de dólares y nadie dice nada y chitón. Todos ellos cantan como cotorras amaestradas “and repeat with me”, yo no sé nada, yo llegué ahora mismo …si algo pasó yo no estaba aquí.

Así las cosas, vemos cómo es que actúa una prensa, selectiva y lacaya incondicional, hacia el PPD y sus agencias publicitarias donde se montan todas las estrategias habidas y por haber para tratar de desbancar a la oposición. Durante los últimos años la prensa colonial, le ha estado haciendo un flaco servicio y un daño irreversible, a este País al asumir esa desleal práctica de banderizarse políticamente y encubrir hechos que van en detrimento de sus propios cánones de ética de ser un buen periodista con objetividad. 

Yo he sido testigo presencial de como un experimentado locutor propietario de una emisora radial que mantenía un programa muy famoso en el área este, le pidió a un asiduo participante de ese programa que atacara por radio a un expresidente del senado, quién era su primo.

Todo esto fue por conflictos personales y familiares. También he sido testigo de cómo un editor de un periódico regional, ha negado un reportaje para replicar, porque ese municipio pagó por un anuncio de diez y siete (17) páginas a “full color” a un costo de más de $ 17,000.00 dólares.

En el pasado he estado junto a otros compañeros en una entrevista fílmica con una periodista de un diario de una famosa empresa, entrevista que nunca subieron porque había sido vedada y censurada por el medio, debido a los intereses económicos y contrataciones que ha habido y que se movían de por medio con la otra parte implicada.

En este País, a todo se le ha puesto un precio, inclusive a los locutores radiales, periodistas que se venden como lo hizo Judas Iscariote a cambio de varias monedas. Solo así es que la manera más fácil de ellos ganar adeptos de simpatía con sus posibles benefactores, solo para garantizar estar en el “guisometro” en este territorio hostil que se ha convertido este País.

Mientras toda esta chercha y este macuteo prosiga, este País, va a seguir hundiéndose en el excremento de la injusticia social que acabará con el poder vivir y disfrutar todos de una vida digna que nos permita retomar nuestra Patria de esas fuerzas siniestras y maquiavélicas.