NADA QUE CELEBRAR
Por José Cheo Cruz
Hoy se cumplen 120 años de
coloniaje en nuestro País, desde que fuimos invadidos el 25 de julio de 1898,
por la flota imperial que estaba al mando del almirante de la Marina de Guerra Norteamericana,
Nelson Myles. El almirante Myles, fue el designado por el entonces, presidente
de los EE.UU. que hizo posible la rendición y captura del renegado Gerónimo.
Desde ese tiempo hasta el
presente, hemos sido un territorio no incorporado y una posición de la Nación Norteamericana
y bajo los plenarios del congreso de los EE.UU. Durante todos esos 125 años,
nuestros políticos muy astutamente nos han mantenidos divididos en dos tribus
(PNP y PPD) y una tripita (PIP), cada cual mercadeando sus ñoñorreas para
intentar conquistar el poder cada cuatro años. Basta con señalar que el
congreso de los EE.UU. nos ha incluido bajo el control de la comisión de
recursos naturales que Preside el Senador, Rob Bishop. Anteriormente Puerto
Rico estaba bajo el control de la comisión de Recursos Naturales y Asuntos
Indígenas. Qué casualidad, el Almirante Myles y el 25 de julio, están presentes
como sucesos kármicos repetitivos.
Hoy el PPD, estará una vez
más “celebrando” la muerte cerebral del ELA que lo ha postrado como un vegetal,
pero que ellos se niegan aceptar porque se les va la vida en eso y se quedarían
sin franquicia para seguir en la bayoya y en el “guisometro” también. Ese
partido a sus 80 años de existencia ya está enajenado, senil y estéril y su
crónica enfermedad neurológica no le permite el estar ubicado en tiempo y
espacio para atender adecuadamente los grandes problemas que confronta este
País.
Ellos (PPD) y el (PNP)
seguirán en su faena y no se cansarán de mentirnos una y otra vez más con la quimera
de la Estadidad y con la gran falacia del ELA Renovado para seguir sometiéndonos
a ese sueño inducido como ha sido cíclicamente durante estos 125 años, de
“quitate tu pa’ ponerme yo”, según muy bien lo dijo RHC en su mensaje al actual
liderato del PPD.
“Ya basta de tanto abuso de
poder y mentiras, si no tenemos funcionarios, honestos, valerosos y eficientes;
si todos ellos se rinden ante el crimen, la perversidad y la corrupción, están
condenando a este País a la ignominia más desesperante y atroz”. En este 25 de
julio, NO hay nada que celebrar, solo reflexionar sobre el camino que realmente,
algún día, debemos escoger para este País que no esté convocado al inmovilismo
y la resignación a seguir siendo esclavos y serviles como tontos útiles “per
secula seculorum”.
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