LA HISTORIA SE REPITE
Por José Cheo Cruz
Las más recientes declaraciones del presidente
de los EE.UU., Donald Trump, han puesto al descubierto lo que piensa la metrópolis
del norte, sobre el futuro de la Estadidad para Puerto Rico, la cual acaba de
fallecer al ser declarada en un total estado avanzado de putrefacción y de
“rigor mortis” y todo por los que andan de al frente de ese movimiento digno
que no son estadista na..
El presidente, Trump le ha matado el gallo en la
bolsa a las aspiraciones de un Tal Ricardo Rosselló y a los que por muchos años
abogaron por esa causa que finalmente hoy resulta pérdida. Se acabó esa fantasía
de la Estadidad Jibara que tanto pregonaban para venderles sueños y el duérmete
nene que ahora al despertar a la realidad resultan en pesadillas.
NO quisieron leer la historia, para prostituirla
y tratar de reescribirla a su manera y conveniencia, pero olvidaron que… “Los Pueblos que olvidan su historia están
condenados a repetirla.”
El día 25 de julio de 1898, como parte de la
Guerra Hispanoamericana del siglo XIX, el general Nelson A. Miles a cargo de la
flota naval invasora de los EE.UU. se allegó hasta las costas de Guánica, por
dónde finalmente desembarcaron las tropas norteamericanas.
Para el 10 de diciembre de 1898, fue firmado en
Francia el Tratado de Paris, entre el gobierno de España y el Gobierno de los
EE.UU. En dicho tratado España, le cedió a los EE.UU., las islas de Puerto
Rico, Cuba, Guam y Filipinas.
Cuando los norteamericanos entraron en Puerto
Rico, ya se había constituido por el Gobierno de España, la Carta Autonómica de
1897, que había otorgado ciertos poderes para que se fuera estableciendo un
Gobierno Local. Al asumir el control político de la Isla, los norteamericanos,
abolieron de inmediato esa Carta Autonómica e implantaron en su lugar la Ley
Foraker que convirtió a Puerto Rico en un Territorio No Incorporado que
pertenece, pero NO es parte de los EE.UU. Continentales. Don Luis Muñoz Rivera,
siempre decía; “Somos de, pero no
perteneces a, Somos de y no somos de”.
En realidad, no se sabe si ese es el enredo de espíritu
que tenemos los boricuas en cuanto a nuestra identidad. En este País hay gente
que se acuestan siendo populares o estadistas de clavo pasa’o y al otro día se
levantan con una doble personalidad emulando ser macheteros a 'ultranza dejando
corto al General Emiliano Zapata. Hay otros que son independentistas de esos
come fuego, pero si usted busca en su cartera encuentra todas las tarjetas de
crédito, habidas y por haber que alimentan las fuentes del capitalismo. Oyen
música anglosajona y se saben al dedillo todas esas canciones y adulan a sus intérpretes.
A la verdad que todo este zaperoco yo no lo
entiendo y no sé dónde en la historia yo me he perdido que no encuentro
respuesta en esta diversidad de gente que un día son pupuletes y otros
penepestes arremata’os. En verdad que la política en este País, nos va a volver
a todos locos, si seguimos a toda esa caterva de desquiciados que tenemos por políticos
y vagos listos también.
Déjenme reír para no llorar, déjenme reír pa’
que la pena no duela tanto…
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