LA IMPUNIDAD POLITICA EN RIO GRANDE

Por José Cheo Cruz

A raíz de los artículos que hemos venido reseñando, habida cuenta hay de que en Rio Grande, hay una gran brecha y disputa entre el actual alcalde de ese pueblo y unos (8) ocho miembros la Asamblea Municipal. En esa lucha fratricida la situación ha llegado a tal grado, que el pasado viernes le colocaron una cinta negra alusiva a una señal de luto, a la entrada de las instalaciones dónde está ubicada la Asamblea Municipal.

Esa cinta negra, obviamente el mensaje que lleva es uno de premonición de muerte tal y como se hacía en la doctrina gansteril que practicaban los Al Capone, John Dillinger y otros personajes siniestros que estaban dentro de ese mundo del “malianteo”.

No se sabe a ciencia cierta quién envió a colocar esa cinta negra allí. No obstante, hay que señalar que si el alcalde está resentido con su Asamblea y está en una posición adversativa que desencadena en frustración y coraje, es entendible que, si yo le digo que, si mueve el rabo y ladra, pues tiene que ser perro y no busque que más.

Esta situación ya se ha salido de su cauce y ha ido a parar muy lejos, pues ya hay radicada una querella sobre estos hechos y la Policía de Rio Grande, deberá pasar la misma al CIC, para su investigación y NO ponerlo a dormir el sueño de pancuco en el archivo frío, como ha hecho con otras querellas sometidas sobre otros hechos, cuando se trata del alcalde y su Primera dama.

Nadie en el PPD a nivel Central, ha podido detener todo este asunto que le está haciendo mucho daño al PPD en Rio Grande. En el PPD, están más ocupados en el “Royal Rumble” que tienen allí sobre quién farándulea más que quién en los programas de T.V. al medio día, porque esa es la prioridad y la visión de futuro que los ocupa.

Mientras pasa el tiempo el PPD, tiene a un alcalde que está otorgando contratos y haciendo transacciones presupuestarias por la libre, sin haber contado con la anuencia y autorización de la Asamblea Municipal, que es el organismo rector que representa al pueblo de Rio Grande.

Apelo por este medio a las autoridades y agencias reguladoras del Estado, para que investiguen por qué este alcalde, ha continuado violando flagrantemente la ley al no permitirle a la Asamblea Municipal, ejecutar sus deberes y funciones para el cargo que fueron legítimamente electos por el pueblo de Rio Grande.

En sus manos está el que se siga con este antro de corrupción, prepotencia y soberbia que tenemos aquí en Rio Grande, representado en la figura de su Alcalde que se comporta como una gleba mañosa, azarosa y bestial.